El obispo de Astorga puntualiza que no ocultó abusos porque asumió el cargo hace tres años
La Diócesis recuerda que la Iglesia tuvo conocimiento de los casos de pederastia en La Bañeza en 2014 y se mantiene al margen de la polémica, limitándose a cumplir el encargo de la Conferencia Episcopal de España
La Diócesis de Astorga se mantiene al margen de las críticas suscitadas tras la designación del obispo Juan Antonio Menéndez para presidir la nueva comisión que impulsará la Iglesia española para elaborar una normativa contra la pederastia.
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Una elección de la Conferencia Episcopal española, señalan desde la Diócesis, que evitan entrar en ese debate y se remiten exclusivamente a la nota de prensa emitida en la jornada de este martes.
Eso sí, puntualizan que en ningún caso Menéndez ha ocultado abusos sexuales en el marco de la Iglesia porque, según advierte, cumplirá el próximo mes de diciembre su tercer años al frente de la Diócesis y fue en el año 2014 cuando un exseminarista del Seminario Menor de La Bañeza desveló a través de una carta al Papa Francisco los abusos sexuales.
«Es totalmente incierto», señalan fuentes de la Diócesis, que además remarcan que la pena impuesta a la figura del sacerdote José Ramos Gordón y las decisiones en torno a los dos casos de abusos vienen dadas desde Roma, concretamente desde la Congregación para la Doctrina de la Fe.
«Es una responsabilidad encomendada por la Conferencia Episcopal española y, como servidor de la Iglesia, el obispo de Astorga se limita a asumir el encargo y centrarse en su labor, sin entrar en la polémica», concluyen desde la Diócesis de Astorga.