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Una mujer toma una uva durante las campanadas leonesistas.
La hora de un reloj sin cuerda

La hora de un reloj sin cuerda

Las fuerzas vivas del leonesismo celebran en Botines las doce campanadas de una tierra «que sigue llegando tarde a todo»

n. barrio

Sábado, 7 de enero 2017, 21:14

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Dicen los filósofos de ahora, los de la poesía en tuits y el verso tan fácil como el gatillo, que hasta un reloj parado da dos veces la hora bien al día. Quizás se lo atribuyan a Confucio o no haya que irse tan lejos para verlo en algún libro de Paulo Coelho.

Sea como fuere y una semana después de celebrar las oficiales, las fuerzas vivas del leonesismo se congregaron en la Plaza de Botines para tomar las doce uvas como doce reivindicaciones para León.

Las diferentes asociaciones y agrupaciones leonesistas como UPL, Juventud Leonesista, Esllabón Lleonesista o León Constituyente, entre muchas otras, tuvieron su momento para hacer por cada uva una reclamación. La finalización de la autovía León-Valladolid, de la León-Bragança, el futuro para la minería, el desempleo o la despoblación fueron las banderas que empuñaron los leonesistas, que se juntaron llegando a ser varias decenas.

También hubo tiempo para varios villancicos, en los que las letras también eran espacio para reivindicaciones. La Plaza del Grano fue protagonista en algunos de ellos, exigiendo a un 'Silván talibán' que ceje en su voluntad de «cambiar este emblema de León».

El champán y el vino no faltaron en esta celebración, que aunque llega una semana tarde va al ritmo de una tierra que mira la hora en un reloj sin cuerda.

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