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Miércoles, 23 de noviembre 2016, 17:26
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Castilla y León y, más concretamente León, son territorios con una importante riqueza mineral que se sitúa a la cabeza a nivel nacional, tan sólo por detrás de Cataluña, con una producción que representa el 14% de España que en cifras económicas se traduce en 270 millones de euros en producción anual.
Una riqueza que queda patente en el nuevo mapa de rocas y mineras industriales de Castilla y León elaborado conjuntamente por la empresa Siemcalsa y el Instituto Geológico Minero de España que representa un inventario clave para impulsar una reevaluación de la explotación de canteras abandonadas y maximizar la actividad económica en torno a este sector.
Durante su presentación este miércoles en la Facultad de Minas de la Universidad de León, el director general de Energía y Minas de la Junta, Ricardo González Mantero, destacó el valor de este documento que permite poner en valor el trabajo que se están desarrollando en este tipo de minería y dar a conocer los yacimientos que existen en la Comunidad.
En este ámbito concreto y excluyendo minería metálica y energética, Mantero recordó que Castilla y León es la segunda comunidad por detrás de Cataluña y que el objetivo de la Junta, en el marco de la Estrategia de Recursos Minerales que verá la luz a finales de año, es impulsar este sector y, en consecuencia, generar empleo y riqueza en el medio rural.
Presencia de grafeno
Un mapa que muestra el gran potencial que tiene León, principalmente en el sector de la pizarra, que junto a Galicia, es el segundo productor en Europa. Así lo puso de manifiesto Ramón Cabrera, geólogo de Siemcalsa, que remarcó además la gran variedad de roca ornamental que existen en la provincia y minerales industriales como el talco, cuya explotación está paralizada a pesar de tener una gran importancia en el pasado y una reserva que aún tiene posibilidades de explotación.
León es una provincia muy rica. Tiene calizas, arenas silícas para la fabricación del vidrio, o carbono cálcico clave en la elaboración de cementos a lo que hay que sumar las reservas de cuarcita o talco que, con mayor investigación, tienen una gran trayectoria de futuro.
En esta misma línea también se refirió Andrés del Olmo, geólogo del Instituto Geológico Minero de España, que remarcó la importancia de este mapa que realiza una síntesis de nueve zonas geológicas hasta ahora separadas y que muestran que Castilla y León es un territorio que merece la pena investigar para buscar nuevas posibilidades de futuro a la amplia variedad de roca ornamental que existe.
Un región muy rica, con gran valor, aunque es en León y Ávila, que cuenta con una gran presencia de mármoles y granitos, donde más se ha desarrollado la minería de rocas ornamentales aunque destacó la presencia del o el sulfato sódico en Burgos, clave para la liberación de detergentes.
En este punto, el geólogo quiso destacar los indicios en Segovia de yacimientos de grafito, la base para la elaboración del grafeno, considerado el material de futuro. El mapa geológico de Castilla y Leon es un mapa muy vivo con materiales tan interesantes que son la base para constituir la cerámica o la arcilla roja.
Un nuevo documento que no sólo representa un punto de partida para que empresas de investigación minera busquen nuevos yacimientos o revalúen antiguas canteras sino que puede se puede considerar de gran utilidad para abordar la ordenación territorial.
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