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Alerta por los atracones de porros entre adolescentes

Alerta por los atracones de porros entre adolescentes

Los psiquiatras advierten del peligro de la nueva moda de emporrarse hasta caer rendido

Lunes, 10 de febrero 2020

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Emporrarse hasta caer rendido. La última moda entre los jóvenes y adolescentes consiste en fumar hachís de manera compulsiva hasta lograr el mayor cuelgue posible. Los expertos en enfermedades mentales han lanzado la voz de la alarma de un nuevo fenómeno que comienza a conocerse como atracón de porros, en referencia al mismo problema que viene dándose desde hace ya años con el alcohol. Los efectos de algo así sobre la salud pueden resultar devastadores. Los psiquiatras alertan ya de que enfermedades mentales se multiplicarán en unos años, dada la estrecha relación que existe entre el consumo de marihuana en edades tempranas y la aparición de cuadros de psicosis y esquizofrenia.

No hay aún estadísticas sobre el alcance de tan nueva realidad, pero sí la constatación de que está ocurriendo. Dan prueba de ello las consultas de psiquiatría, donde se atiende lo que los especialistas llaman patología dual, que es la enfermedad mental que va acompañada de una o varias adicciones. No se sabe qué lleva a qué, porque sucede en ambas direcciones, pero ocurre con frecuencia. Lo que asusta ahora a los profesionales no es la patología dual, que no es nueva, sino la estrecha relación existente entre el consumo de cannabis entre la juventud y las formas más graves de dolencia mental, que un 'ciego' a porros ayuda a despertar.

El lóbulo frontal se anula

«Un atracón busca una desconexión rápida de la realidad» explica Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría. La consiguen fumando de forma obsesiva y anulando así el normal funcionamiento del lóbulo frontal del cerebro, encargado de gestionar la capacidad de raciocinio. Lo de compartir un porro la noche de fiesta pertenece al pasado. Ahora se trata de fumar hasta reventar, un fin de semana tras otro, en busca de una experiencia cuyas consecuencias desconocen por completo.

«Estamos ante un fenómeno emergente, no demasiado bien conocido, con una solución terapéutica compleja», describe el psiquiatra Miguel Gutiérrez, que habló del asunto en su reciente ingreso en la Real Academia de Medicina del País Vasco. Fármacos y psicoterapia, individual o grupal, tratan de conforman un tratamiento lo más individualizado posible, pero que no siempre dan los resultados deseables.

Buscan desconectar de la realidad lo más rápido posible y se exponen sin saberlo a sufrir psicosis o esquizofrenia

«No es fácil», argumenta el psiquiatra vasco. De hecho, a menudo, los médicos diagnostican la adicción y no la enfermedad mental, o viceversa, cuando ambas deben tratarse a la vez. «Muchos pacientes psiquiátricos son adictos al tabaco, que siendo muy dañino tiene una gran diferencia frente al cannabis. La marihuana –añade– no sólo afecta a los pulmones y el corazón, sino lo que es peor, destroza la razón».

El cannabis tiene efectos devastadores sobre el cerebro, que se acrecientan cuando se consume de forma compulsiva. En menores de 24 años, la edad en que el órgano rector del cuerpo humano alcanza su total desarrollo y madurez, daña seriamente los órganos de la percepción. Afecta, además, a la capacidad de concentración, provoca pérdida de memoria y genera dificultades para mantener la atención.

Los daños crecen en los menores de 18. La realidad hospitalaria lo demuestra: dos de cada tres pacientes con psicosis son consumidores de cannabis. Muchos de ellos acabarán desarrollando esquizofrenia, que es la forma más grave de pérdida de contacto con la realidad. «No se puede trivializar el consumo de esta sustancia, como se hace», protesta Julio Bobes. «Quienes lo banalizan es porque están metidos en negocios que ocultan. No engañan a nadie», denuncia.

Cifras del cannabis

  • 30% de los chavales de 14 a 18 años lo ha fumado alguna vez, según el informe 'Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España', de 2018. Los chicos duplican el consumo de las chicas.

  • 83.000 menores de 18 años presentan un consumo problemático. Un 10% de los que lo prueban y un tercio de los consumidores habituales se volverán adictos.

Hachís más puro para mayores colocones

Los atracones de porros van unidos a dos fenómenos que se han dado en la sociedad española, según ha constatado el grupo Evict Evidencia Cannabis Tabaco, formado por profesionales españoles de distintas disciplinas. La potencia del hachís en circulación ha pasado en unos años del 5% al 15%, lo que permite mayores colocones, pero favorece también daños más graves en la salud mental de los menores, según detalla el médico Joseba Zabala, miembro del colectivo. La comercialización del cannabis está prohibida, pero su amplio consumo demuestra que adquirirlo resulta muy fácil. «Estamos perdiendo la batalla», advierte el experto. «En el festival Viña Rock de Villarrobledo comparten logo la Junta de Castilla-La Mancha y la industria del cannabis».

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