El 5% de los estudiantes de la ULE son emprendedores y el 40% de ellos genera empleo

El emprendimiento se hace fuerte en León y se consolida como el futuro para muchos jóvenes que entran en el mercado laboral, aunque todavía queda mucho por hacer. Así lo revela el informe Guess León 2023/2024 realizado por la Universidad de León durante dicho curso que refleja el entorno emprendedor que vive la provincia, las fortalezas y las debilidades sobre las que trabajar para fomentar que los jóvenes se conviertan en empresarios y dueños de su propio futuro.

El dato más significativo que revela el estudio que ha dirigido el catedrático Daniel Alonso: el 5% de los estudiantes de la Universidad de León son ya emprendedores y cuentan con su propia empresa y, de ellos, el 40% genera empleo con sus proyectos.

La rectora de la ULE, Nuria González, era la encargada de abrir una presentación muy especial para ella por tratarse de un informe que aborda su área de conocimiento y que marca el camino que quiere crear en su etapa como rectora con el emprendimiento como una «prioridad» que «debe formar parte de la esencia de la universidad, impulsando las inquietudes de los estudiantes y sembrando oportunidades para favorecer este emprendimiento».

Un cambio en la forma de trabajar desde las aulas para «acompañar, impulsar, fomentar y diseñar una estrategia» que favorezca esta salida profesional como una «actitud y forma de contribuir al desarrollo territorial y económico de nuestra zona». Palabras que refrendaba el alcalde de León, José Antonio Diez, también presente en la presentación que celebrara que León se haya convertido en una ciudad «referente para poder emprender, crear startups, empresas y negocios» con empresas «nacidas y radicadas en León que deben ser referente para quienes están a punto de concluir sus estudios».

Era el momento de Daniel Alonso Martínez, quien junto a un nutrido equipo de profesores ha dirigido el estudio realizado en el curso 2023-2024, previo a la llegada de Nuria González al rectorado y que refleja de qué situación se parte para avanzar con la nueva mentalidad. El informe se elabora tras encuestar a 630 estudiantes de los 10.058 que conformaban ese curso académico, y se compara la situación con informes regionales, nacionales y europeos.

El informe analiza por un lado la intención emprendedora de los estudiantes y, por otro, el emprendimiento efectivo de los mismos. La conclusión principal que se extrae es que, si bien es cierto que la mayoría no ven el emprendimiento como una salida inmediata tras acabar los estudios (9,8%), la cifra crece hasta el 17% entre aquellos que cinco años después de finalizar su etapa universitaria y una vez que han adquirido experiencia profesional se animan a dar el paso y se plantean emprender.

Esto indica que los estudiantes de la ULE «son más cautos y esperan algo más de tiempo para emprender tras la universidad que en comparación con otros datos regionales, nacionales y europeos», explica Alonso. En cuanto a emprendedores nacientes, el 13,7% quieren emprender y han iniciado los trámites para hacerlo, algo que es «motivo de orgullo». El 41% de ellos tiene claro que quiere que ese negocio sea un proyecto de futuro. También destaca que la mayoría de jóvenes que se anima a emprender lo hacen acompañados con socios .

Entre las áreas de conocimiento que más intención muestran por emprender destacan los alumnos de ingenierías (16,3%), arquitecturas (12%) o ciencias de la salud (22%). En el lado contrario, los de artes y humanidades (0%), si bien es cierto que en emprendimiento efectivo sí se registran empresas, por lo que hay una diferencia clara entre intención y realidad. En cuanto a género, hay más emprendimiento masculino que femenino.

Con los datos del informe en la mano se pueden extraer varias recomendaciones para marcar los pasos a seguir: mantener y reforzar el contacto con los egresados ya que la mayoría emprenden años después de concluir los estudios; apostar por la formación en emprendimiento e incorporar la docencia emprendedora y los eventos como el León Business Talent o los hackatones; visibilizar modelos de referencia de emprendedoras para reducir la brecha de género; y fomentar la colaboración con viveros de empresa, aceleradoras o parques tecnológicos.

Pero nada mejor para explicar unos datos que poner cara a los números. Varios emprendedores salidos de la Universidad de León formaban parte de la presentación contando a los presentes su experiencia. Es el caso de Raúl Puertas, palentino que estudió en la ULE y decidió emprender en la ciudad de León creando un centro de entrenamiento personal en Puente Castro donde ha logrado dar empleo a otras personas tres años después de animarse a emprender. Asegura que el camino, aunque con sus dificultades que te hacen «una persona más competente y con más recursos», es «muy bonito» y su motor principal es «la pasión, y atreverse».

Por su parte Rubén Conde, formado en la ULE, creó una empresa de miel en Antoñán del Valle. Asegura que la formación «trasversal» recibida en la universidad leonesa le «impulsó y ayudó» a desarrollar su empresa. Experiencia similar la vivida por Carlos García, ingeniero aeronáutico que ejemplifica el caso de los jóvenes que no ven en emprender una salida inmediata tras los estudios pero sí más adelante. En su caso, trabajó en una empresa de automoción de Valladolid y junto a tres socios montó su empresa para simultanear ambos trabajos hasta que arrancó el negocio y ahora se dedica a su proyecto al 100%. «A quien piense en emprender, le animo a hacerlo porque es un buen momento, hay facilidades y es lo más bonito que he hecho en mi vida profesional», terminaba su testimonio.

En el caso de emprendedoras, el ejemplo de Sara Santos con su empresa ubicada en el vivero de la ULE, el de Laura de Aitalas y tantas otras que son referentes femeninas para las más jóvenes y que esperan inspirar a muchas otras a seguir el camino del emprendimiento.

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