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Concentración llevada a cabo a las puertas del Hospital Veterinario. Sandra Santos

Denuncian que en las prácticas en el Hospital Veterinario de la ULE «se usa mano de obra esclava»

Frente de Estudiantes, UGT y CCOO se concentran a las puertas del centro en el Campus de Vegazana para reclamar a la Universidad que «finalice este proceso en el que la institución se ahorra puestos de trabajador»

Nacho Barrio

León

Martes, 5 de noviembre 2019, 15:17

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Concentrados a las puertas del Hospital Veterinario de la Universidad de León, el Frente de Estudiantes, UGT y Comisiones Obreras han alzado la voz ante la situación que aseguran que se vive en las prácticas académicas que se realizan en el centro.

«Conocemos desde hace un mes que Fgulem, una fundación privada sin ánimo de lucro, oferta plazas de alumno-colaborador en la que los alumnos de último curso de Veterinaria no cobran por ello», denunciaba Urz Fernández Villa, del Frente de Estudiantes.

De esta forma, los concentrados defendieron que la Universidad de León «lo que se está haciendo es sustituir a un trabajador haciendo que la ULE y la Fgulem se ahorren el puesto y el sueldo».

Las condiciones de las prácticas, según Urz Fernández, pasan por guardias de doce horas una vez a la semana «por amor a la Veterinaria, sin remuneración y con un diploma final que es como un premio de consolación».

Enrique Diez, profesor de la ULE y miembro de CCOO, manifestó que «no se puede utilizar mano de obra barata para explotar en la Universidad», asegurando que «hemos hablado con los chicos y chicas que quieren ser explotados y nos parece sorprendente que la ULE les enseñe a ser esclavos y encima a besar la bota que les pisa».

Estas prácticas, según los sindicatos, perjudican las horas de estudio necesarias. «Queremos que haya prácticas reguladas, no puede haber mano de obra esclava ni el rector permanecer indiferente».

Por su parte, José Carlos Cosgaya, de UGT, mantuvo que «se está haciendo un trabajo para no tener trabajadores propios».

Asegurando que las reuniones solo han servido hasta ahora para recibir ataques, los convocantes esperan una próxima cita con la decana en la que exponer su parecer.

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