2.000 alumnos leoneses afrontan una EBAU atípica, un 10% menos que durante el curso anterior

Este miércoles es sin duda, una fecha marcada en rojo en el calendario de los cerca de 2.000 alumnos de León y Ponferrada que se presentan a la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU).

«Tenemos un 10% menos que el año pasado pero no hemos llegado a cifras tan bajas como días anteriores», afirma Ana Isabel García, vicerrectora de alumnos de la ULE. Entre nervios, los alumnos han afrontado este miércoles las pruebas de lengua y literatura, historia e inglés. A partir del jueves, será el turno del resto de asignaturas según el Bachillerato de cada alumno.

Ana Isabel García añade que los alumnos que se ausenten de las pruebas por contagio de la covid o aislamento podrán realizar sus pruebas en la convocatoria de julio aunque recalca que, en este supuesto, tendría la misma validez que las pruebas de junio.

Llega la Ebau y vuelve el debate sobre las diferencias entre Comunidades Autónomas. «Siempre podemos hablar de una única cuando exista un único Bachillerato, mientras tengamos 17 comunidades con 17 bachilleratos es imposible articular una prueba única», afirma García.

«Los bachilleratos tienen que tener el mismo currículum», sentencia la vicerrectora de la ULE, que añade que la jornada del miércoles ha sido «muy tranquila porque los alumnos tienen los protocolos muy interiorizados», añade.

Ignacio Ramón López es uno de los muchos profesores que acompañan a sus alumnos en un día tan especial. «Hay que alabar a los chavales, han aguantado muy bien en unas condiciones muy atípicas con la presión del curso, han respondido muy bien, pueden hacer una EBAU dignísima», afirma.

López, tutor de los alumnos de Profesor de Colegio San José Agustinas Misioneras, compara este curso con el anterior, marcado por el confinamiento: «Fue más raro el año pasado, se cortó el curso y hubo que suplir carencias con trabajo online, este año es diferente porque hemos podido estar con los chicos».

Elogia el trabajo de sus alumnos por su adaptación a las medidas requeridas, desde el uso constante de mascarillas y gel hidroalcohólico hasta «tener las ventanas abiertas, todos sabemos como es el invierno en León».