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Laboratorio en la UPV
Así es el laboratorio valenciano para impulsar el 3D

Así es el laboratorio valenciano para impulsar el 3D

La Universidad Politécnica de Valencia usa el software del cine en 3D para ayudar a la detección precoz del TEA

josé a. gonzález

Martes, 28 de julio 2020, 00:09

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Google, la Nasa, Nike o Disney. Estos son algunas de las compañías que hacen uso de Optitrack. La última película de El Rey León de Disney está realizada con este sistema que capta los movimientos de las personas y lo traslada a avatares 3D de gran realismo.

Sin embargo, la ciencia ficción no es el único terreno para este tipo de tecnología. Los avatares 3D y la recreación de entornos virtuales específicos pueden facilitar el diagnóstico temprano del autismo en niños.

«Es fundamental para dar realismo a personajes que forman parte de un entorno virtual y generar así presencia social y reacciones similares a las que se producen en la vida real», destaca Mariano Alcañiz, director del LabLeni-I3B de la Universidad Politécnica de Valencia.

Este laboratorio valenciano cuenta con veintiocho cámaras infrarrojas que graban los movimientos realizados por los actores, vestidos con un traje especial, dos dispositivos de grabación facial que recoge gestos de la cara y a través de Optitrack, un potente software, consiguen recrear animaciones o avatares 3D.

La naturalidad de los movimientos corporales y el realismo de las expresiones faciales de los personajes suponen un factor clave para evocar reacciones naturales en estos niños.

En este laboratorio se llevan proyectos de gran impacto en múltiples campos, desde el diagnóstico clínico, hasta el liderazgo industrial o la psicología, con un factor en común: la necesidad de integrar personajes en ciertos entornos de manera digital, para dotarles de movimientos naturales relata la universidad valenciana en un comunicado.

Con la tecnología del cine, el equipo del LabLeni-I3B permite generar situaciones sociales con distinta carga emocional a través de la animación de avatares, en las que es posible observar y analizar las respuestas de los niños ante diferentes contextos sociales.

«Se pueden conseguir avatares con un altísimo grado de realismo, lo que ayuda a diagnosticar y tratar de un modo más eficaz y preciso el Trastorno de Espectro Autista (TEA)», sentencia Alcañiz.

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