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Lunes, 23 de julio 2018, 12:22
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Francisco Rivera vivió ayer uno de los momentos más importantes de su vida, al debutar como pregonero de Triana, en compañía de su mujer, Lourdes Montes, embarazada del segundo hijo que tendrán en común y al que llamarán Francisco.
El pregón ha servido para inaugurar la Velá de Santiago y Santa Ana en el barrio sevillano de Triana. En su discurso ha dedicado unas bonitas palabras a Trinana, además de compartir con los presentes algunas anécdotas de su juventud por las calles del barrio.
«¿Qué es Triana? Eres barrio. Eres patio de vecinos y calles adoquinadas. Eres clavel de mis balcones y en primavera hueles a naranja y a azahar, eres río, eres agua, eres mar, eres calle larga, plaza, catedral... », recitaba un orgulloso Francisco Rivera.
Durante su exposición también se acordó de Dios, de sus hijas de su mujer, de sus hermanos y de sus amigos, los cuales reconoce que son lo mejor que le ha pasado en la vida, según recoge el portal 'Chance'.
«La vida es dura, lobos con piel de cordero y entonces te da esas lecciones que solo sabe dar la vida, con esa rudeza que se graba como un cicatriz en la cara. Pero ahí está mi Cristo. Permitidme que ahora sea mío. Lo siento como mío porque siempre ha estado ahí, al quite, para echarme ese capote, en las horas más oscuras siempre está ahí», comentó el diestro que añadía: «No sé si será un premio por levantarme y cargar con mi cruz con alegría en el corazón. Sus regalos son de amor: mis hijas, mi mujer mis hermanos y mis amigos. Los podría nombrar... no son pocos, pero sé quiénes son».
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