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La talla de la Virgen como apareció en el río.
Y se apareció la Virgen

Y se apareció la Virgen

Un pescador halla una escultura gótica en el cauce del río Sar, a su paso por Santiago de Compostela

Jueves, 25 de junio 2020, 00:18

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Qué hace una estatua de piedra de una virgen gótica del siglo XIV camuflada entre las rocas del cauce de un río gallego? Desde que la misteriosa escultura apareciera la semana pasada en el río Sar, a su paso por Santiago de Compostela, todo son interrogantes... aunque a medida que discurren los días, la curiosa historia empieza a arrojar algo de luz. Fue un pescador aficionado quien descubrió la obra, labrada en granito, y que, según las primeras investigaciones, data de hace más de 700 años.

Fernando Brey Quintela, que así se llama el hombre, es un vecino de la localidad pontevedresa de A Estrada, que se había desplazado hasta el río Sar para practicar la pesca de truchas sin muerte. «Iba pescando cuando me subí a una piedra para lanzar la cucharilla», relató Brey a 'La Voz de Galicia'. Enseguida, se dio cuenta de que no se trataba de una piedra más del río, a pesar de que ésta, como las demás, estaba completamente cubierta de musgo. «Me llamó la atención que era cuadrada, que en el río es bastante extraño, y luego miré las ondas que tenía en el manto y vi la forma de su cabeza y me dije 'aquí hay algo'», contó el sorprendido pescador.

Efectivamente, al agacharse descubrió los pliegues de granito, los relieves del cuerpo... Se trataba de la talla de una Virgen sedente con ángeles, posiblemente del siglo XIV. Fernando regresó al día siguiente para inmortalizar con su cámara el feliz hallazgo, y envió las fotos a una experta, que además es miembro de Apatrigal, una asociación de defensa del patrimonio cultural gallego, que a su vez notificó el descubrimiento a la Consellería de Cultura de la Xunta.

Según las primeras investigaciones, la escultura, que pesa unos 150 kilos, es de estilo gótico y está tallada en cuatro de sus cinco caras. Se presenta como una Virgen entronizada en cuyo regazo sostiene al niño Jesús. Sobre los hombros hay dos ángeles bajo los cuales se aprecia una figura que se asemeja a un botafumeiro. El paso del tiempo y el agua han borrado los relieves del rostro tanto de la Virgen como del niño.

Arqueólogos del Museo de las Peregrinaciones, de Santiago de Compostela, ya han iniciado las labores de limpieza y estudio de la pieza 'pescada' en el Sar para determinar su valor artístico. Serán estos análisis los que confirmen, como ya se especula, si puede ser la Virgen de la Concha del barrio compostelano de Conxo, donde hay un monasterio medieval al que podría haber pertenecido la escultura. También quieren averiguar si, en su momento, la imagen fue desacralizada para utilizarla como material de relleno para hacer un dique en el lecho del río.

Lo cierto es que si la Virgen de piedra hubiera sido arrojada al cauce del Sar de cualquier forma, habría aparecido con la cabeza rota y, aunque muy deteriorada, está intacta. A las autoridades gallegas les gustaría mostrar, al menos temporalmente, la Virgen al público. «Es que es muy bonita», arguyen.

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