Negocios cerrados en el mercado. Alberto Pérez

Mercado del Conde Luna

La «vergüenza» ya afecta a las ventas y se avecina otro invierno «congelados»

Los comerciantes afirman que el Ayuntamiento de León «nos está dejando morir poco a poco» tras la reforma integral que deja puestos vacíos y sin licitar

Martes, 23 de septiembre 2025, 08:07

La alegría con la que los históricos comerciantes llegaban a sus nuevos puestos a finales de febrero de 2024, contrasta con el hartazgo que sufren tras 19 meses «sin mover ficha» por parte del Ayuntamiento de León. Basta darse un paseo por los pasillos vacíos y casi todos los negocios con la persiana bajada para que el sentimiento sea común en los ocho puestos que sobreviven: «Nos están dejando morir poco a poco».

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Tras las vacaciones de verano, que redujeron la oferta a principios de septiembre a tan solo dos pescaderías y tres carnicerías-charcuterías, el inicio de curso no se presenta nada halagüeño. Incluso algún turista entra y sale en cuestión de segundos. Solo quedan los clientes de toda la vida en un ambiente triste y desangelado -y en breves congelado- como confirma el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado Conde Luna: «No tenemos novedad. No nos han instalado ni las cortinas de calor para cuando apriete el frío».

A pesar de la promesa de que los nuevos puestos serían licitados a principios de este 2025, la realidad es que no existen ni las condiciones -anunciadas hace algún tiempo- ni los contratos. «Las sensaciones no son buenas. La gente que viene solo habla de lo abandonado que está y mucha gente opta por no entrar pensando que está cerrado», explica Carlos Escanciano.

A los ocho puestos abiertos se suman tres ya preparados para trabajar y una docena de vacantes, incluido el bar prometido del que aún no se sabe nada. «Cada vez que vamos a hablar con ellos es una pérdida de tiempo y no nos aclaran nada». Tampoco se ha solucionado la petición de retirar el contenedor externo por un compactador.

Los negocios también se quejan

Claudia, de Pescadería Milagros, pone voz y rostro a esta situación: «Para mí es una vergüenza». Como ejemplo pone el traspaso directo que tenían tres compañeros jubilados y «no les han dejado» que se ejecute, afirma. También ha pasado por allí «gente interesada» en adquirir algún local, pero se topan con un imposible.

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Claudia, de Pescadería Milagros.

Esta situación empieza a repercutir en la caja. El boom de la reapertura se ha frenado y «cliente que marcha, cliente que no vuelve», ante la falta de servicios y diversidad de establecimientos. Y se reiteran problemas como la falta de calefacción o el arreglo de la canaleta de desagüe. «Solo pedimos que esto lo muevan y que metan aquí a gente. Esto se hizo para mejorar y cada vez hay más puestos cerrados». De hecho, algunos turistas acuden a preguntar a qué hora abren el resto de negocios que no están siendo ocupados.

Esta pescadera hace mención al caso de una frutera que quería poner su puesto en el Conde Luna y «ha ido seis veces al Ayuntamiento y le han dicho que no esas seis veces». Esa misma interesada ha acabado montando una tienda en la calle. «La gente quiere venir a hacer la compra, pero si no tiene fruta, compra todo en el súper».

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Y es que han pasado dos años desde que se iniciara el proyecto de obra en el Mercado del Conde Luna. Un periodo donde convivieron con estos trabajos y, ahora, con un espacio diáfano donde no se plantea ningún proyecto. «¿A qué están esperando? ¿A que cerremos todo?».

Más resignados están en Cárnicas Panizo. «Seguimos luchando, es lo que hay», lamenta ante la imposibilidad de que el cliente entre con los coches: «Al final, a la gente la pierdes a toda». Una situación que les obliga a «adaptarse» a lo que hay para mantener un trabajo porque «desde el Ayuntamiento no te van a ayudar a nada».

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