En el Rastro... Ni rastro
El Paseo de Papalaguinda muestra el vacío y la soledad impuesta por la pandemia del Covid-19, en la que los puestos y el bullicio esperan a un momento mejor
Comenta
Una de las lógicas consecuencias de las medidas adoptadas por el Gobierno de España por el estado de alarma ha sido la suspensión de mercados, como el que cada domingo tiene lugar el Paseo de Papalaguinda.
El mítico Rastro no ha montado hoy sus puestos. El bullicio, los gritos y las gangas han dado paso al silencio, solo roto por algún pájarillo o por los pocos coches que pasan por la zona.
Una situación atípica en la que, a pesar de todo, sigue habiendo leoneses por las calles.
El Rastro esperará a una mejor ocasión para la venta, aunque hoy en León, del Rastro... Ni rastro.
Ver fotos
