Imagen de la entrada de CMD Detectives. L.G

La labor de un detective en León: «El 80% de las bajas que investigamos son falsas»

Un despacho profesional de la capital abre sus puertas para conocer este negocio en la sombra que se dedica a destapar fraudes laborales, hijos negados o matrimonios paralelos

Lunes, 21 de julio 2025, 08:16

«El 80% de las bajas que investigamos son ficticias», asegura Juan Carlos, detective privado con sede en León y más de 900 casos a sus espaldas. Su despacho, CMD Detectives, lleva más de una década sacando a la luz lo que muchos prefieren dejar en la sombra: fraudes laborales, matrimonios paralelos, menores desaparecidos, hijos que no lo son y adultos que viven dos realidades al mismo tiempo.

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«La gente cree que León es tranquilo. Y sí, lo es… hasta que levantas la alfombra», dice. Las cifras hablan por sí s´olas: la mayoría de las investigaciones que recibe tienen que ver con bajas médicas fraudulentas, en especial las psicológicas. «Nos contratan mutuas, aseguradoras o directamente empresas. Y en ocho de cada diez casos, la baja es mentira».

Las escenas se repiten. Supuestos lesionados trabajando en otros negocios, sirviendo copas, montando en bici o haciendo sentadillas en un gimnasio. «Lo primero que hacemos es comprobar si el tipo de lesión encaja con lo que luego vemos. Si estás de baja por la espalda y levantas sacos en un bar, algo falla».

Las pruebas se recogen con equipos de vigilancia tanto de video, movimiento o incluso voz. Todo grabado legalmente, mientras no se invadan domicilios ni baños. «El resto se puede observar y grabar. Si estás en la terraza de tu casa haciendo flexiones, y yo estoy en la calle, es legal».

Declaración judicial y pruebas válidas

La grabación no basta: el detective acude a juicio como testigo-perito para ratificar el contenido de los vídeos. «Hay que demostrar que ese comportamiento es habitual, no algo puntual. Por eso una buena investigación necesita tiempo. Lo que pasa en cinco días, puede no valer en un tribunal».

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«Muchas veces les tenemos que decir: tu hija ha rehecho su vida y aunque sea con una persona de 20 años mayor, toca aceptar»

Juan Carlos

Detective privado

Pero no todo se queda en fraudes laborales. También investigan desapariciones, muchas veces protagonizadas por jóvenes que abandonan su hogar sin avisar. «Padres que no saben dónde están sus hijas. Y cuando las encontramos, muchas veces les tenemos que decir: tu hija ha rehecho su vida y aunque sea con una persona de 20 años mayor, toca aceptar».

Imagen de la entrada. L.N

En otros casos, se trata de saber si alguien es realmente padre de un niño. «Tomamos muestras en tazas, vasos o incluso del pelo, siempre con respaldo legal. Y luego se mandan a laboratorio. Es la única forma de obtener certezas».

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Seguimiento nocturno como pieza clave

Las dobles vidas son otro clásico. «Aquí también se llevan. Empresarios que tienen otra familia en otra ciudad, incluso con hijos. Y sí, también las pillamos». Aunque aclara que ya no investiga infidelidades sin más.

El seguimiento nocturno es una de las claves. «Ahí es donde más gente se equivoca. Fiestas, copas, drogas. Si estás de baja psicológica, no puedes estar consumiendo alcohol mientras tomas medicación. Y si no la tomas, también estás cometiendo fraude».

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«Hemos localizado chavales enganchados a las drogas»

Juan Carlos

Detective privado

La labor del detective no es solo pillar, también ayudar. «Hemos localizado chavales enganchados a las drogas. Padres que no sabían qué les pasaba. Les enseñamos pruebas y tomaron decisiones a tiempo».

Coste y tiempo

Contratar una investigación no es barato, pero tampoco inalcanzable. El precio medio ronda los 70 euros la hora, aunque normalmente se trabaja por jornadas completas. Un seguimiento estándar puede costar entre 300 y 400 euros al día, dependiendo del horario, la localización o la necesidad de operar en turnos de noche.

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«Hay quien nos pide pillarlo en cuatro días, pero nosotros siempre recomendamos una investigación mínima de un mes, con seguimientos espaciados, para que tenga fuerza en juicio», explica Juan Carlos.

El tiempo que puede durar un caso varía enormemente: desde una semana hasta más de un año, como ocurrió con una compleja custodia de menores que se fue retrasando por los tiempos judiciales. «Tuvimos que ir actualizando la investigación hasta el mismo día del juicio.

Las pruebas caducan rápido en estos casos, lo de hace seis meses ya no sirve», cuenta. La mayoría de investigaciones activas se reparten en turnos diarios, y ahora mismo su equipo tiene más de 30 casos abiertos a la vez.

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Normas en la investigación y resultados

Pese a lo delicado de muchos encargos, hay una norma que Juan Carlos nunca rompe: no trabaja con conocidos ni acepta encargos sin justificación legal. «Ni investigamos a un vecino porque te cae mal, ni a una expareja sin motivo. Si no hay legitimidad, no lo hacemos».

«Yo entrego pruebas, no finales felices. Y si no hay nada que demostrar, también lo dejo por escrito»

Juan Carlos

Detective privado

En su contrato deja claro que se compromete a ofrecer resultados reales, aunque no sean los que el cliente esperaba. «Yo entrego pruebas, no finales felices. Y si no hay nada que demostrar, también lo dejo por escrito». «Aquí no se trata de hacer ruido. Se trata de obtener resultados. Y si los primeros cinco casos no te salen bien, no vuelven a llamarte».

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«Nosotros no mentimos. Ni para quedar bien con el cliente», concluye. Y es que a veces, la verdad también duele. Pero es la única herramienta con la que trabaja un detective.

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