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León resplandece el día de San Juan
Entre los asistentes a la misa se encontraban autoridades militares, civiles y religiosas y fieles de la capital
Amaneció nublado. Parecía que sí, pero no. Eran las 11.00 horas de la mañana del martes, 24 de junio, cuando el cielo se despejó y un rayo de luz iluminó la calle Ancha a la altura de la Capilla del Cristo de la Victoria. «Hoy es un día muy importante, es el Día de San Juan». Así comenzó el sacerdote su homilía. «Nos encontramos en un lugar simbólico: las puertas de San Marcelo, patrono de nuestra ciudad».
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La tradición, el color y el olor (sí, el olor a fiesta) se adueñaron de la céntrica calle leonesa, en la que se congregaron numerosos vecinos, curiosos, transeúntes y turistas que pasaban por allí. Las campanas de la Casa Botines lo anunciaban: «¡Es el Día de San Juan!». La Banda Municipal entró en la calle Ancha con fuerza y seguridad, interpretando el Himno de León. Las sillas, preparadas para la ocasión, se «agotaron» y fueron muchos los ciudadanos que tuvieron que quedarse de pie presenciando la ceremonia litúrgica, a la que asistieron autoridades militares, civiles, académicas y religiosas. El alcalde de León, José Antonio Diez Díaz, realizó la primera lectura, que versaba sobre la natividad de San Juan Bautista y su llamada a la misión desde el vientre materno. Entre los asistentes, se hallaba Carlos Pollán, presidente de las Cortes de Castilla y León.
El oficiante recordó, a lo largo de la homilía, los orígenes de San Marcelo y su importancia en el Antiguo Reino: «Es el patrono de nuestra ciudad y, sin duda, esta capilla es un lugar simbólico para todos los leoneses»: En otro momento, llamó «a la unión, al entendimiento y al diálogo» en unos tiempos tan complicados y tan convulsos, «en los que hacemos más la guerra que la paz. Debemos entendernos». Posteriormente, evocó a León como «cuna del parlamentarismo y las lenguas», un guiño a la historia y los orígenes.
«Una perra para San Juan»
La procesión continuó hasta el altar, preparado con esmero y cuidado por parte del grupo de bailes tradicionales 'Tenada', situado en la iglesia de San Marcelo. «Un perra para San Juan, una perra para San Juan», decían los componentes del grupo tradicional leonés. Niños y jóvenes se acercaron a los asistentes, ofreciéndoles anís y pastas y, a cambio, ellos deberían entregar una donación, simbólica. Uno de los primeros fue el alcalde de la ciudad y, tras él, concejales y concejalas. Las autoridades militares y académicas también se animaron. El ambiente de alegría, casi de jolgorio, se contagió, y la ciudad resplandecía el día de San Juan. Las nubes grises, que acechaban, se habían disipado y, en su lugar, un sol brillante lo iluminaba todo.
Los leoneses disfrutan hoy de una jornada en familia y con amigos, en uno de los días grandes de las Fiestas de San Juan y San Pedro. La lluvia, prevista por los expertos meteorólogos, no acudió a la cita. ¿Habría intervenido San Marcelo?
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