El Coto Escolar de León cede a la presión animalista y se quedará sin osos

Llevan toda la vida en el mismo lugar. Ponderoso fue el primero en llegar. Lo hizo con biberón, procedente del zoo de Matapozuelos, siendo solo un osezno que buscaba un hogar. Más tarde lo hizo Luna, y juntos suman 33 años de experiencias, visitas y cariño en el Coto Escolar de León.

Aquí, de la mano de Tere Santamarta y su equipo, han tenido «todo tipo de cuidado», sin necesidad de pelearse por la comida y «a plato puesto». Cada día recibían carne cruda de pollo, pienso reforzado con calcio y vitaminas, además de la famosa y golosa miel del coto. Ello les ha convertido en dos de los ejemplares más longevos del mundo en cautividad, sobrepasando la esperanza de vida que tendrían en libertad y que se sitúa entre los 25 y los 30 años.

Sin embargo, a «finales de este mes» de julio, Ponderoso y Luna tendrán que hacer las maletas y abandonar su jaula de «más de 600 metros cuadrados» en la que han residido toda su vida. Aquí se les ofrecía comida a diario y disponían de una ducha donde refrescarse a través de un sistema de bombas.

Las presiones animalistas desde 2018, reforzadas tras un reportaje en el que Leonoticias mostró la calidad de vida que tenían los osos pardos del Coto Escolar, ha hecho que la nueva dirección de este aula didáctica, dependiente del Ayuntamiento de León, ceda y los plantígrados dejen de ser «la joya de la corona» del recinto.

Así lo han confirmado fuentes del propio Coto Escolar. Ponderoso y Luna serán trasladados a más de 2.000 kilómetros, con destino a Alemania, donde han sido reclamados para vivir en un santuario de osos.

Será un viaje que tendrán que realizar en furgoneta medicalizada y donde irán parcialmente sedados ante la imposibilidad de suministrarles anestesia. «No queremos ni pensar en que no aguanten el viaje. Nos han recomendado que les dejemos aquí toda la vida; no podemos entenderlo», reconocen trabajadores del Coto. «Imagínate que a un anciano le sacaran de su casa y le llevaran a otro lado».

Una vez que se completen todos los trámites, les recogerán para iniciar el viaje por carretera, en este mismo mes de julio, para desplazarles hasta el santuario de osos Gnadenhof Für Bären, a las afueras de Munich -Alemania-. Una vez allí, el personal del Coto Escolar adquirirá una aplicación móvil que les permitirá verles y controlarles desde León.

Pacma había iniciado una campaña para denunciar lo «inaceptable» de romantizar el cautiverio de estos animales que «viven en una jaula y reciben como recompensa restos de comida de los niños».

Consideran que los osos «no son herramientas educativas ni objetos de entretenimiento», papel que han desarrollado toda su vida ante la admiración de alumnos de diferentes colegios.

Por ello reclamaban «una oportunidad» para vivir en santuarios y que experimenten en la parte final de su vida la sensación de libertad.

Además, afirmaban que su «deterioro» era evidente, a pesar de los cuidados que han ofrecido en estos 33 años desde el Coto Escolar, por vivir en un espacio «reducido e inadecuado».

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