La aventura de la charanga leonesa Sin Control por Europa
París, Colonia, Eindhoven, Ginebra, Amberes, Montpellier y Burdeos han bailado con su música y se han divertido con el particular 'show' de estos nueve músicos de León
Muchos viajes. Ocho países. Nueve componentes. Quince días recorriendo Europa. Andanzas por aquí y por allá. La aventura de la charanga 'Sin Control' ha viajado de León a París, Colonia, Eindhoven, Ginebra, Amberes, Montpellier y Burdeos. La música ha sonado a fiesta y alegría. «La acogida ha sido muy buena. Ni de lejos esperábamos tal cosa», afirma Francisco Meléndez, trompetista de la banda.
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«Todos somos amigos, y nos conocíamos del Conservatorio de Música de León. Tocábamos en bandas de la Semana Santa, o nos juntábamos para eso. Es ahí donde surge la charanga y se forma la 'Sin Control', que representa mucho nuestro espíritu», comenta César Fernández, bienhumorado y saxofonista. La amistad y la música se complementan. Los amigos ensayaban y tocaban, por gusto. Y, entonces, surgió, hace diez años.., Fundaron la charanga y empezaron a llevar su música por numerosos puntos de la geografía española. «Es cierto que no paramos, y desde hace dos o tres años la demanda es muy grande», explica Meléndez.
Varios años de vida de la charanga, y llega el parón de la pandemia y la cancelación de planes. «La iniciativa surgió como un viaje de amigos. En este caso, llevando la música de nuestra charanga», afirma Diego Fernández, responsable de la percusión con el bombo. «La llegada de la pandemia y el Covid retrasó el viaje. Es cuando surge la idea de ir por Europa con nuestra música, con la de la charanga», comenta Roberto Panero, saxofonista de la banda. «La idea era ir, y al final todo ha salido mucho mejor de lo que pensábamos», asegura Fernández entre risas.
No es un viaje cualquiera
Bombos, trompetas, saxofones... Todos los elementos necesarios para conectar con el público y vivir una aventura arriesgada, pero emocionante. A lo largo de estos quince días, han compartido su experiencia a través de las redes sociales y mostrando cómo resultaría vivir de músico por Europa.
«Teníamos esperanzas de que la acogida iba a ser buena, pero ni por asomo nos esperábamos nada de esto», afirma Diego Fernández. «Nos sorprendió esa acogida y ese seguimiento. Es de buen agrado saber que aquello que realizas y tú sientes, hay otras personas que conectan con ello. Además, nos hemos encontrado un público muy diverso y de todas las edades, y no solo españoles que se encontraban en las ciudades, sino extranjeros que nos querían ver. Muy gratificante».
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Ya lo avisaban: «No es un viaje cualquiera. Es una aventura callejera». La esencia de la 'Sin Control' es su estilo descarado y canalla. De ahí que su conexión con el público es tan natural y tan genuina, algo que los jóvenes destacan de esta aventura. «La música y la calle tienen algo mágico que nos une a todos», coinciden los amigos. «Gente que no te conoce, y te aplaude como si fueras de su pueblo. O niños, que se han unido al show. Se han dejado llevar por nuestra música, y eso es lo que más hay que agradecer».
Además, aprovecharon la ocasión para llevarse un megáfono, con el que animaban a la gente a unirse a ellos y a su música. «Hubo un momento en Estrasburgo que nos pusimos a tocar, y fue tal la hilera de gente, una detrás de otra, que no distingamos el número de cabezas», expresa César Ropero.
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¿Se puede vivir de la música por Europa?
Desde el comienzo de la experiencia, los leoneses quisieron plantear una cuestión: ¿se puede vivir de la música por Europa? Para ello, en sus redes fueron subiendo diariamente cuánto gastaban al día (si obtenían dinero tocando para costearse el viaje). «Bueno, vivir, vivir, no sabría qué decir», comenta entre risas Francisco Meléndez. «Se puede, pero es muy complicado», afirma Diego Fernández. Todos concuerdan en que la experiencia es inolvidable y que, sin duda, la volverían a repetir.
«Quisimos ser lo más sinceros posibles e ir poniendo todas las cuentas por las redes, para mostrar que todo lo que estábamos viviendo y gastando era real», asevera Diego Fernández. «Sabíamos que un viaje entre amigos por Europa podía llegar a los 1.000 euros. Entonces la decisión fue fácil: ver si se puede vivir de la música y, más, por Europa. Poníamos una funda de los instrumentos y empezábamos a tocar. Jugábamos con el público», afirman entre risas. «Hay días que… sin problema. El presupuesto daba. Otros, íbamos más justitos».
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Nuevas aventuras y nuevos destinos
Más de 2.000 kilómetros han recorrido estos nueve amigos. De tocar en la plaza de la parisina Torre Eiffel a estar en pleno centro de Burdeos animando al público europeo. Nada ha frenado a estos nueve amigos. Ahora se plantean nuevos retos. «¿Más allá de Europa? Pues estaría bien LATAM o Asia», afirma César Ropero. Diego, Roberto y Francisco se ríen.
Ahora, a descansar. «Necesitamos asimilar todo», afirman los jóvenes músicos leoneses. Agosto llega con nuevas aventuras. León, Zamora y Cantabria se encuentran entre sus próximos destinos. Enarbolan la bandera de la alegría. Alcanzan una década de vida y hechos. De realidades. Han sido galardonados, y no se dan importancia. Lo da la tierra.
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