Los alérgicos leoneses ya respiran tranquilos

Estornudos, picor nasal, enrojecimiento de los ojos, urticaria, inflamación de las mucosas nasales, asma; son algunos de los síntomas más comunes que han experimentado los leoneses esta temporada.

Durante el último mes, el aumento de las temperaturas y la gran cantidad de lluvias caída durante los meses anteriores han propiciado un caldo de cultivo propicio para la polinización de ciertos pólenes. En especial el de gramíneas, tan molesto para la población leonesa y española en general.

«La lluvia hace que exista menos polen, pero en los días calurosos la cantidad es más alta», señala Adolfo Vélez Ruiz de Lobera, presidente de la Sociedad de Médicos Especialistas en Alergología Castilla y León.

Los expertos señalan que la cantidad de polen ha sido similar al pasado año. Debido a las bajas temperaturas y las intensas lluvias la polinización de las plantas ha sufrido un retraso, por lo que la llegada del calor ha propiciado que de golpe se genere una gran intensidad de polen.

«A pesar de que la proliferación de polen se ha concentrado en unos pocos días no hemos observado un aumento en las consultas», señalan desde el Hospital de León.

La alergia al polen comienza en los meses de febrero o marzo al polinizar ciertos árboles como las sabinas, las tuyas o los cipreses. Más adelante llega el polen de los plataneros, como los situados en el paseo de Papalaguinda o en el paseo de La Condesa.

Habitualmente, en abril y mayo llega el turno de las gramíneas, uno de los principales alérgenos de los leoneses, aunque este año las bajas temperaturas han retrasado su aparición. Tarde pero con fuerza, según señalan los afectados, que estos días ven como el polen empieza a desaparecer de sus vidas.

El cambio climático, además de ser un causante de la escasez en las precipitaciones, ha prolongado el periodo de polinización de plantas y árboles. De esta forma, el polen está más tiempo en suspensión y la población tiene más oportunidades de sensibilizarse.

De igual manera la contaminación y el efecto invernadero han propiciado un aumento de dióxido de carbono, gas utilizado por las plantas para realizar la fotosíntesis. La gran concentración de CO2 acelera la fotosíntesis y, en consecuencia, las plantas producen más polen.

El doctor Vélez Ruiz de Lobera recomienda que, en caso de percibir síntomas propios de la alergia, «acudir al médico para que le diagnostiquen un tratamiento»

Otras medidas importantes pueden ser usar mascarilla homologada para evitar la inhalación de pólenes cuando se sale a la calle y evitar las horas de mayor polinización para salir, es decir, el final de la tarde.