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El presidente del Círculo Empresarial Leonés (CEL), Julio César Álvarez.
«Tenemos que quitarnos la palabra crisis de la cabeza y vivir y gestionar el momento que tenemos»

«Tenemos que quitarnos la palabra crisis de la cabeza y vivir y gestionar el momento que tenemos»

El presidente del CEL, Julio César Álvarez, acaba de cumplir sus primeros 100 días al frente de una organización empresarial que acumula unos 800 socios y que aboga por la expansión para no vivir «de espaldas» a la provincia

s. gallo

Lunes, 27 de junio 2016, 13:01

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Julio César Álvarez (León, 1971) llegó a la Presidencia del CEL, casi de repente tras el anuncio de dimisión de su predecesor, José Ángel Crego, a pesar de lo cual demuestra tener las ideas muy claras para hacer de León una ciudad atractiva desde el punto de vista del ciudadanos y del trabajador. Asegura que serán reivindicativos con las cosas mal hechas, pero al mismo tiempo honestos y leales, y reclaman a las administraciones que posicionen a León la primera sobre la mesa de cualquier proyecto posible para que pueda asentarse en la provincia o en la capital. El objetivo final tiene que ser dar valor a nuestras empresas y a los empresarios para generar crecimiento y puestos de trabajo.

Acaba de cumplir 100 días al frente del CEL. ¿Cómo han sido estos tres meses?

Han sido 100 días intensos. Lo valoramos positivamente, porque prácticamente no ha habido cambios en la junta y hemos tenido mucha actividad. Hemos tenido cuatro encuentros, firmado tres convenios, estamos presentes en el tema de la educación, dando charlas de los programas 'CEL orienta' y 'CEL emprende', hemos firmado acuerdos con FP hemos hecho y hacemos muchas cosas y valoramos positivamente estos 100 días.

A su llegada al cargo aludió a la necesidad de elaborar un plan estratégico. ¿En qué momento se encuentra y cuáles son sus líneas básicas?

Nuestro plan estratégico es un plan vivo, que va a estar adaptándose y reinventándose con todo aquello que los asociados nos pida. Ahora hay un referente, pero todas las peticiones se van a ir incorporando. Principalmente creamos unas comisiones comarcales, que estaban un poco paradas, y queremos que el CEL no viva de espaldas a la provincia y vamos a interactuar más con los empresarios de cada comarca y hacer que tengan ese apoyo por parte de la asociación. Estamos en esa fase, no es fácil mover a los empresarios en León, así que imagínate en la comarca, pero estamos trabajando en ello y tenemos reuniones con empresarios de toda la provincia.

¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos que tienen a día de hoy?

En septiembre queremos visitar institucionalmente, no solo los ayuntamientos de León y Ponferrada y la Diputación, sino también los ayuntamientos más significativos de la provincia y aquellos de las comarcas que nos lo demanden. El objetivo es estar presente en toda la provincia y si hay voluntad de tener reuniones y acercar posturas, allí estaremos. También hemos definido política de comunicación interior. El asociado antes no sabía quién estaba en la junta y se ha mandado el currículo de los miembros a los asociados y sus responsabilidades para que el asociado sepa a quién acudir en función de sus necesidades. Estamos llamando a cada asociado y nos marcamos como objetivos saber lo que el asociado demanda y ser activos nosotros.

Incrementar la imagen que se proyecta, ¿es también uno de los objetivos?

Sí. Vemos que hay gente que se asocia porque es activo y quiere recibir y dar, y otros que se asocian por estar en una asociación. Cualquiera de los perfiles es válido, pero queremos que el asociado que esté con nosotros sea activo y nos exija, pero que también ofrezca algo a la asociación. Hoy cualquier empresario tiene su contable o su abogado, lo que sí tenemos que hacer es dar valor a las empresas y generar más valor entre los empresarios, y eso va a concluir en la generación de más puestos de trabajo, nuestras empresas asociadas van a ser más grandes, van a ganar más dinero y tenemos que ayudarnos entre todos a perfilar mejor nuestros objetivos, nuestra técnica y táctica de salir fuera, y es lo que estamos haciendo. Los valores y formación que recibimos de otros empresarios es lo que podemos ofrecer a nuestros asociados.

Llegó con el mandato ya empezado -tras la dimisión de José Ángel Crego- y con solo dos años por delante. ¿Es tiempo suficiente para conseguir aquello que se plantea?

Iremos haciendo cosas, aunque el tiempo es limitado y somos empresarios con una empresa por la que tirar, pero hay muchas ganas por hacer cosas, dinamizar León y vamos a poner nuestro empeño en hacer todo lo que tenemos en la cabeza. No sé si es mucho o poco tiempo, pero vemos que cada vez surgen más cosas. Hemos iniciado una marcha movida y es cuando van surgiendo cosas, nos atrevemos con todo porque los asociados lo piden y nos lanzamos como un mihura. Haremos todo lo que podamos y veremos lo que queda para el futuro, para esta junta directiva o la que venga.

¿Está abierto a un segundo mandato?

Tenemos que terminar este mandato, ya veremos, llevamos 100 días. Es pronto para hablar de ello, lo que es verdad es que cualquier compañero puede hacerlo igual de bien y es importante que la junta que lo acompañe tire del carro. Lo bueno es que el equipo quiera hacer cosas y ahora tenemos cuatro vicepresidentes que cada uno sabe lo que tiene que hacer, y eso es fundamental.

¿Se respira otro ambiente diferente al que había con su predecesor?

Muchas veces se malinterpretaron ciertas respuestas y creo que el ambiente ahora es bien tranquilo, nuestra relación con los asociados y con otras patronales y asociaciones de comercio es estupenda. Todos tenemos que pensar en León, ser positivos y caminar juntos. Internamente creo que la gente está muy tranquila. Jose (Crego) igual era más claro a la hora de decir las cosas y la línea que tenemos ahora marcada está gustando y es la que vamos a llevar. Vamos a ser muy reivindicativos con las cosas que están mal, pero honestos y leales con las instituciones y las demás organizaciones.

Han sido unos meses en los que la gestión se ha llevado a cabo en un momento políticamente complicado. Esta falta de Gobierno en estos meses, ¿qué ventajas e inconvenientes ha tenido para los empresarios leoneses?

No tener un Gobierno estable en la nación, posiblemente a un empresario local pequeño o mediano le afecte lo justo este tiempo, pero detectamos que empresarios grandes o inversiones extranjeras sí se han visto afectadas. Estamos viendo un freno que se está traduciendo en los números. Lo que pedimos desde el mundo empresarial es un Gobierno estable y duradero y que empecemos a trabajar todos para que España vuelva a coger el ritmo de locomotora y no nos paremos.

¿Hay cierto escepticismo por la llegada de los nuevos partidos y los resultados que han venido arrojando las encuestas?

Nosotros como asociación somos totalmente apolíticos. Cada uno votará en conciencia lo que quiera, lo que sí es verdad es que podemos coincidir más con una forma de hacer empresa que con otras, y hay muchas formas que no conocemos. Esa incertidumbre de no conocer cómo se va a legislar en lo relativo al mundo empresarial, que al final es más de lo que parece, es una incertidumbre que no gusta. Si tuviéramos una experiencia podríamos valorar positiva o negativamente, en un momento en el que venimos de una crisis, algunos dicen que seguimos en ella, y vamos saliendo y de repente se frena porque no tenemos Gobierno.

En este tiempo, ¿cuál ha sido el contacto y la resuesta por parte de las administraciones?

Es ahí donde se nota la falta de Gobierno. La administración creo que sí ha lo ha sentido más, porque el tema de licitaciones, ayudas, convocatorias está muy parado. A nosotros nos importa León, pero ese parón hace que el empleo no se cree y al menos se frene. Es un problema. La administración ha notado mucho el que no haya un Gobierno estable.

Ahora mismo, ¿Cuál es la situación económica y empresarial de la provincia?

Complicada. Tenemos que hacernos fuertes como empresarios leoneses y creer en León más de lo que creemos. No hay mucho de nada, pero hay cosas muy buenas de todo, y tenemos que darle valor a eso. Ahora el turismo está potenciándose, pero no nos podemos quedar solo en el turismo y lo tenemos que hacer de calidad cien por ciento y de batalla, los turistas no se pueden marchar de aquí con mal sabor de boca, para que los visitantes sean nuestros primeros prescriptores. Además tenemos biotecnología, las empresas TIC que tienen que seguir dando guerra porque es una ciudad cómoda para este sector, tenemos que aprovechar el Incibe más de lo que lo estamos aprovechando, y no nos podemos olvidar de la agricultura y ganadería, que es la que es, pero todavía se le puede potenciar mucho más. Esas patas son las que nos tenemos que agarrar, no veo ahora a corto plazo muchas más.

Los datos del turismo demuestran que las cosas se están haciendo bien en esa materia. Sin embargo, ¿estamos dejando a un lado la reindustrialización?

No tenemos que renunciar a nada, pero tenemos que ser conscientes de que es mucho más difícil que una industria como Renault venga a León que hacer que venga un AVE más todos los viernes. Podemos ser soñadores o entusiastas y pedir que vengan grandes empresas -a veces pregunto si quitamos la Seat o la Ford para ponerlas aquí-. Lo que sí demandamos es que si hay un proyecto que se va a poner nuevo, León tiene que estar la primera o la segunda encima de la mesa para que ese proyecto venga aquí.

Es una de las principales reivindicaciones que le hicieron al alcalde en una reunión que tuvieron recientemente

Sí, demandamos que los políticos reivindiquen León como sede de cualquier proyecto que sea bueno para León. No queremos quitárselo a nadie, pero si mañana hubiera un proyecto que viene a España o Castilla y León y nos enteramos, tenemos que facilitar que esté en León. Igual es más fácil tener 100 empresas de 50 que van a estar cómodas que una de 5.000, porque el día que se deslocalice, nos quedamos perdidos. A día de hoy apostaríamos por 100 empresas más pequeñas.

En ese sentido, ¿qué le parece el rechazo por parte del Obispado de León a ser subsede del Museo del Prado?

A mi me sorprendió mucho la noticia y me ha defraudado. No podemos renunciar a una cosa como esa bajo ningún concepto, porque nos traería un turismo de altísima calidad durante todo el año, y no solo en Semana Santa. Que estemos renunciando a ser subsede todo el año a cambio de hacer el Museo de la Semana Santa, me ha sorprendido negativamente. Tendrán sus razones pero creo que algo así la ciudad no lo puede perder.

¿Qué le parece el declive del sector minero? ¿Qué se ha hecho mal, a su juicio?

Muy complicada. Lo que veo es que se tendría que haber empezado a hacer un plan de reindustrialización de las cuencas mineras hace mucho tiempo, si se hizo no se hizo bien y nunca es tarde si la dicha es buena y estamos a tiempo de hacer algo. Evidentemente es complicado, porque estamos compitiendo contra carbones de lugares de dudosa extracción y que posiblemente no cumplan las normativas que cumplían nuestras minas, y eso hace que sea más barato. Esas zonas necesitan un plan efectivo, urgente y que pensemos qué vamos a hacer inmediatamente, no en el año 2020, porque esos puestos de trabajo tienen una difícil recolocación y eran puestos con alta remuneración y eso hacía que el consumo que generaba en las comarcas fuera muy importante.

¿Se percibe empresarialmente esa recuperación económica de la que tanto se habla?

Yo soy muy optimista. Creo que tenemos que quitarnos la palabra crisis de la cabeza, vivir y gestionar el momento que tenemos, que no sé si se llama crisis o se llama oportunidad, porque durante la crisis hay gente que consigue oportunidades brutales. Podemos encerrarnos en nuestros despachos a decir qué mal está todo o reinventarnos y cambiar. No sé si ahora estamos saliendo de esta situación, pero es la que es y hay que gestionarla. Abogo por que gestionemos lo que tenemos y no nos lamentemos por lo que teníamos, mirar al pasado lo justo para aprender de los errores y seguro que salimos de esto.

Una de las preocupaciones continuas es la salida de gente joven y la despoblación. ¿Por dónde pasa la solución?

Somos unos convencidos de nuestra universidad, que tiene que ser referente, tiene que colaborar con la empresa muchísimo más de lo que colabora e intentar entre todos formar de calidad a la gente de León para que además pueda servir de polo de atracción a extranjeros que quieran venir, algo difícil pero que es la línea que nos tenemos que marcar. No tenemos que pensar a dos años, sino en generaciones venideras y estudiar qué les vamos a ofrecer. A mí no me importa que salgan fuera y se formen, pero tenemos que pensar qué les vamos a ofrecer para que vuelvan y construir una ciudad atractiva desde el punto de vista del ciudadano y del trabajador.

En materia de infraestructuras, el AVE ha metido a León en el mapa. ¿Qué falta por acomete?

El AVE ha sido una revolución para León, más que como el AVE en sí, como efecto llamada y para que nos vuelvan a poner en el mapa. Nos falta la ansiada León-Valladolid, que la necesitamos; nos hace falta que el AVE termine todo su ciclo de Asturias, que vamos a confiar en que se va a hacer; tenemos una asignatura pendiente, creo que por mucho tiempo, que es el aeropuerto, porque no podemos tener vuelos a horarios muy malos y muy caros, algo que hay que estudiar; tenemos algunas infraestructuras que venimos pidiendo como la A-76 entre Ponferrada y Orense, la sede del INSS, el tema de Feve se tiene que terminar de solucionar y, no como infraestructuras están la reforma de San Marcos, que es nuestro emblema.

Falta esa unión y el trabajo conjunto para impulsar León, como se dice que desea. ¿Es algo que va en el carácter?

Sí, es algo difícil de superar, pero no imposible. Tenemos que ir cambiando la mentalidad de los que vienen por detrás de nosotros. Nos tendremos que mirar al ombligo y no mirar al de enfrente, y analizar qué hemos hecho mal y qué hacen bien los demás y copiarlo. Si no tenemos esa mentalidad cambiada, sí lo vamos a tener complicado.

En alguna ocasión se ha hablado de la posibilidad de unión de las dos organizaciones empresariales. ¿Se baraja esa posibilidad o no hay opción sobre la mes?

No es nuestro objetivo ni está sobre la mesa, aunque tampoco renunciamos a hablar de lo que haya que hablar. Soy un firme convencido de la colaboración y creo que antes de hablar de una unión o una fusión tendríamos que hablar de qué cosas tendríamos que hacer juntos, y eso por nuestra parte sí está encima de la mesa. Vamos a sentarnos en las mesas que haga falta para trabajar por León, tenemos muchas cosas comunes por las que trabajar, y si el final del camino nos lleva a otra cosa, lo estudiaremos.

Dentro de dos años, cuando termine su mandato, ¿Cómo percibe la situación del CEL y del empresariado?

El CEL me lo imagino cada vez más grande, no solo en número, sino en calidad, porque la cantidad vendrá después. Quiero imaginarme León en una situación mejor de la que estamos hoy, con ese AVE terminado, con el Palacio de Congresos terminado, con un turismo de muchísima calidad, con alguna empresa más de biotecnología en León y con la gente de agroalimentación exportando más y mejor, con una universidad más ptente, y con una unión de fuerzas para conseguir los mismos objetivos y traer empresas de fuera.

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