Montserrat al llegar a prisión: «Dios pondrá a cada uno en su sitio»
La asesina de Isabel Carrasco sentencia al llegar a la cárcel de Mansilla: "Estamos siendo objeto de una persecución porque el plan para matar a Isabel lo planeé yo sola sin que Triana y la pobre Raquel tuviesen algo que ver
a. cubillas
Martes, 12 de abril 2016, 13:03
«Dios pondrá a cada uno en su sitio». Así de rotunda se mostró Montserrat González en su reingreso en la prisión de Mansilla de las Mulas apenas una hora después de que el jurado popular la declarase culpable por unanimidad del delito de asesinato de Isabel Carrasco.
Apenas gesticuló durante la lectura del veredicto ni siquiera un intercambio de miradas con su hija. Pero a su llegada a la prisión Montserrat sentenció. La asesina confesa insistió en que ella y su hija están siendo víctima de una persecución.
«Nos están persiguiendo», señaló la mujer, que reiteró la inocencia de su hija Triana y de la «pobre» Raquel, esa que no defendió durante su último turno de palabra en el que prefirió guardar silencio. Tampoco lo hizo este sábado, cuando se mostró impasible ante la condena de su hija y la agente de la Policía Local, cooperadora necesaria y cómplice de asesinato.
Sin embargo, a su llegada a Villahierro en la jornada de este sábado Montserrat aseguró que el crimen de Isabel Carrasco lo había planeado ella sola sin que «Triana ni la pobre Raquel tuviesen algo que ver en todo esto. Fíjate la persecución que estamos sufriendo».
Además Montserrat mostró su malestar porque el jurado entendiese como probado el agravante de disfraz «cuando yo voy siempre así». Es más, la mujer advirtió a su llegada a la cárcel que si hubiera querido ir disfrazada «no me hubieran podido reconocer».
Pero Montserrat fue más allá. La asesina confesa lamentó además que el jurado no tuviera en cuenta el atenuante de reparación del pago tras el abono de los 77.222 euros. De haber sabido, remarcó, «si lo sé, no se lo pago porque no ha servido de nada».
El pesar de Triana
Indignación, irritación de una mujer que dentro de la prisión muestra una imagen contraria a la de la mujer fría y ausente que ha proyectado en la Audiencia Provincial. Un sentimiento que contrastaba con la tristeza de su hija Triana Martínez. Apenas dejó ver en la sala de vistas su malestar por la condena del jurado popular pero no así a su llegada a la prisión.
La joven que a las 12:00 horas salía de Villahierro en calidad de acusada, cargada de optimismo y convencida de que no volvería a ingresar en la prisión, regresaba apenas cuatro horas después como culpable de un delito de asesinato, atentando y tenencia ilícita de armas y la solicitud de una pena de 22 años de prisión.
Comprensible su pesadumbre. Sobre ella pesa la petición de pena de 22 años de prisión a pesar de que su letrado solicitó su puesta en libertad al entender que existe una contradicción evidente en la hora del crimen, después de que el jurado diese por probado que el asesinato fue a las 17:17 horas y no a las 17:15 horas como siempre se ha mantenido.
Su preocupación: la televisión
Pero la condena es por el momento lo menos que les preocupa a estas dos mujeres. A su regreso del exterior, Montserrat y Triana volvieron a solicitar una televisión después de que desde la dirección de la prisión se les retirase la que tenían en su celda.
La decisión llegó después de Triana decidiese retirar el precinto de la tele con el tratan de evitar que los presos se hagan con algún objeto con el que se puedan lesionar para arreglar el aparato que no funcionaba. Un acto de desobediencia que obligó a la Dirección a retirar la televisión a las dos mujeres que a su regreso a prisión solicitaron reiteradamente que se le reponga.
A la espera de conocer el veredicto y de los posibles recursos que presente su letrado, la intención de Montserrat es solicitar el traslado de Villahierro como así ha manifestado en reiterados ocasiones. El destino seguramente será el centro penitenciario de Villabona, a escasos 25 kilómetros de donde actualmente reside su marido Pablo Antonio Martínez.