Berlín ordena el uso de mascarillas en manifestaciones de más de 100 personas

El gobierno de la ciudad-estado de Berlín obligará por ley a los participantes en manifestaciones de más de 100 personas, según decidieron este martes las autoridades de la capital alemana tras la protesta del pasado sábado contra las restricciones dictadas para combatir la epidemia del coronavirus y en los que los cerca de 38.000 participantes hicieron caso omiso de las normas de higiene y distancia física durante el acto. Habrá excepciones para las protestas en caravanas de vehículos y de bicicletas, señalaron desde el Senado de Berlín.

La normativa para la protección de infecciones de la ciudad no obligaba hasta ahora a los manifestantes a hacer uso de mascarillas. Estas solo son de uso obligado en los transportes públicos y en los comercios y desde el comienzo del curso escolar en los centros educativos, aunque no en las aulas durante las clases lectivas. El ejecutivo regional de Berlín asumió así una propuesta del senador de Interior de la ciudad-estado, Andreas Geisel, ante los sucesos del pasado fin de semana y en otras manifestaciones celebradas en Berlín para protestar contra la política gubernamental para afrontar la pandemia protagonizadas por defensores de los derechos constitucionales, pero también por negacionistas de la enfermedad, seguidores de teorías conspirativas y esotéricas y grupos ultraderechistas y neonazis.

Pese a esas iniciativas, una gran mayoría de la población de Alemania apoya las restricciones dictadas por las autoridades para impedir la propagación del virus Sars-Covid-2 y rechaza las protestas. Un sondeo representativo del instituto demoscópico Forsa publicado hoy revela que el 80% de los consultados considera correctas o incluso insuficientes las medidas tomadas hasta ahora para evitar la propagación de la enfermedad. Además un 76% valora positivamente y como creíble las informaciones que ofrece el gobierno durante la crisis del coronavirus. Es más, el 87% de los participantes en la encuesta señalaron que los participantes en la manifestación de inconformistas celebrada el fín de semana en Berlín representan solo a una pequeña minoría de la población y un 51% piensa que esas personas son mayoritariamente seguidores del partido ultranacionalista y xenófobo Alternativa para Alemania (AfD), el único con representación parlamentaria que llamó a participar en la protesta.

El Sindicato Alemán de Policía (GdO) ha advertido del peligro de que la extrema derecha y los neonazis acaben controlando el movimiento de protesta contra las medidas para afrontar la epidemia. Los radicales de derechas están a punto de «hacerse por completo» con el control de ese movimiento, afirma Jörg Radek, vicepresidente del GdP, en declaraciones hoy a los diarios de grupo Funke, en las que destaca la amenaza de que las manifestaciones de inconformistas se radicalicen de manera similar a las de los antiislamistas de Pegida, los xenófobos Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente. El movimiento de protesta contra las restricciones por la epidemia «ha perdido definitivamente la inocencia», asegura Radek y afirma seguidamente que quienes se sumen a esas protestas debe preguntarse si quiere hacer causa común con la extrema derecha y los neonazis.

También el Consejo Central de los Judíos en Alemania ha dado la voz de alarma por el creciente antisemitismo que se registra en esas manifestaciones. Josef Schuster, presidente de dicho consejo, apela a los ciudadanos en Alemania en una entrevista con el tabloide Bild para que sean «conscientes de a quien se suman o junto a quien marchan» en esas protestas. La gente debe tener claro que «respaldan indirectamente los argumentos de los antisemitas en el momento en el que se suman a las manifestaciones para criticar la política del gobierno federal y los 16 estados federados para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

A su vez, el ministro federal de Sanidad, Jens Spahn, ha rechazado que la manifestación del sábado en Berlín refleje el ambiente real en Alemania. «Estamos viendo en las encuestas y siento en los actos a los que acudo un mayoritario respaldo a nuestra política», señaló Spahn en declaraciones a la televisión pública alemana. En cuanto al intento de asalto del «Reichstag» protagonizado por elementos de la extrema derecha durante esas protestas, el ministro destacó que «no podemos aceptar que esas imágenes reflejen el sentir general en el país». Tras expresar su comprensión hacia las personas que se encuentran decepcionadas o frustradas por las restricciones dictadas por las autoridades, subrayó que «la cuestión es: ¿qué frustración justifica el odio?». Jens Spahn declaró que está viviendo los dos extremos. Por un lado quienes plantean preguntas justificadas y están dispuestos a escuchar, pero por otro «está también ese odio, esas teorías conspirativas». Homosexual declarado, el ministro afirmó que lo que le preocupa es que «la bandera del arco iris, la bandera de la libertad, la justicia, la emancipación del movimiento homosexual ondee en la misma manifestación junto a la bandera del Reich y otros símbolos neonazis. Así que uno se pregunta: ¿qué está pasando ahí?».

Un total de 23 de los 85 invitados a una boda en la localidad de Frechen, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, han dado positivo al coronavirus, según anunciaron las autoridades sanitarias de la localidad la pasada noche. La fiesta tuvo lugar el pasado 22 de agosto y hasta varios días después no se registraron los primeros casos de contagio. Todos los asistentes a la celebración se encuentran sometidos a cuarentena domiciliaria obligatoria y han sido sometidos a test víricos. En el mismo distrito se encuentran en cuarentena un total de 850 personas, después de que los rastreos efectuados al conocerse el brote que tuvo su origen en la boda revelaran la existencia de numerosos contactos privados y laborales con los invitados a la misma. Las medidas preventivas han obligado a cerrar también dos guarderías, un colegio y la sede de un club de fútbol.

Científicos alemanes han desarrollado un test casero de anticuerpos para el coronavirus. Jörg Gabert, de la empresa Adversis Pharma, señaló que el nuevo test hace superflua la visita al médico y permite tomar las muestras en el propio hogar. El test ha sido desarrollado junto a Centro Biotecnológico y Biomédico (BBZ) de la Universidad de Leipzig en un tiempo récord de solo cinco meses y se encuentra ya a la venta en las farmacias alemanas desde este 1 de septiembre al precio de 49 euros. Para hacer la prueba es necesario desinfectar la yema de un dedo para pinchar con una lanceta. Basta impregnar con un par de gotas de sangre y dejar secar 20 minutos una tarjeta, antes de enviar la prueba a los laboratorios de Adversis, que en un máximo de 48 horas ofrecerá los resultados de los análisis para su consulta online.

Los contagios por covid-19 en Rusia han caído bruscamente en las últimas 24 horas después de cinco días seguidos en ascenso. Desde ayer lunes, se han registrado 4.729 nuevos casos de coronavirus, 264 menos que el día anterior. El total de infectados desde que comenzó la pandemia supera el millón, exactamente 1.000.048 personas. De ellos, lograron superar la enfermedad 815.705. Se han contabilizado además 123 nuevas muertes, 40 más que el día anterior, valor en tendencia ascendente en los últimos días. El total de fallecimientos alcanza los 17.299.

En Moscú desde el lunes se han registrado 641 nuevos contagios por covid-19, que son 44 menos que el día anterior. El total de infectados en la capital rusa se sitúa actualmente en 263.059 de los que 215.383 se curaron. La primera ciudad del país anota además 11 nuevos fallecimientos, uno menos que el día anterior. Alcanza así la cantidad total de 4.832 decesos.

Según la célula de crisis del Gobierno ruso para la covid-19, la tasa de crecimiento de casos nuevos en Moscú es del 0,24%. Esta cifra es un 14,3% menor que hace un mes. El órgano de control Rospotrebnadzor señala que cuando tal indicador se sitúa por debajo del 1% constata que la situación epidemiológica, en este caso en la capital del país, puede considerarse estable. A pesar del aumento progresivo de las pruebas de coronavirus, el número de nuevos casos en la ciudad sigue siendo bajo.

Rospotrebnadzor informa además de que el 41,9% de los casos nuevos en Moscú son personas de 18 a 45 años, el 26,4% de 46 a 65 años, el 10% de 66 a 79 años y el 8,1% corresponde a los mayores de 80 años. El 13,6% de los enfermos son niños. Todos los enfermos, tanto los hospitalizados como los que siguen tratamiento en casa, según las autoridades, están bajo estrecha vigilancia médica. También hay un estricto seguimiento de los familiares de los infectados y de quienes mantuvieron con ellos un contacto estrecho.