Más optimismo sobre la recuperación de Johnson

El primer ministro británico, Boris Johnson, está respondiendo al tratamiento con óxigeno que le administran desde el domingo en el hospital St. Thomas, donde se encuentra en una unidad de cuidados intensivos, y ya está en condiciones para sentarse en su cama y conversar con el equipo médico que le atiende.

A la aparente recuperación del jefe de Gobierno, se añade la buena noticia de que los científicos que lo asesoran ven signos de una tendencia a la estabilización del número de ingresos en hospitales, que lleva a los gestores del Servicio Nacional de Salud(NHS) a creer que no será desbordado por un aumento drástico de pacientes. El número de fallecidos en hospitales sigue, sin embargo, en ascenso, con la mayor cifra diaria, 938, en la jornada del lunes.

El confinamiento de los ciudadanos en sus viviendas, que pueden salir una vez al día para comprar sus necesidades o para hacer ejercicio, iba a durar hasta el fin de semana, pero las palabras de los asesores científicos, en la rueda de prensa diaria, y las más rotundas del alcalde de Londres, Sadiq Khan, y del ministro principal del Ejecutivo de Gales, Mark Drakeford, indican que se extenderá.

La recuperación de Johnson resta incertidumbre sobre el Gobierno, cuya actividad no se resiente por su ausencia en el corto plazo pero podría plantear problemas en caso de prolongarse. La estabildad en el número de ingresados y el impacto que el encierro tiene en la economía han fomentado una exigencia para que se ofrezca una estrategia de salida, que quizás requiere la presencia de un politico popular como Johnson.

El ministro de Hacienda, Risi Shunak, ha anunciado la distribución de 856 millones de euros a organizaciones no gubernamentales afectadas. La responsable laborista de Hacienda, Annelise Dodds, calificó el anuncio como insuficiente.