Marea crítica contra la parsimonia de Johnson
El Gobierno ha paliado la indignación de sanitarios por falta de equipamiento, pero no sale del agujero negro de los test
Iñigo Gurruchaga
Correponsal en Londres
Miércoles, 1 de abril 2020, 20:03
El Gobierno de Boris Johnson está siendo sometido a preguntas y críticas que no tienen precedentes durante la crisis del coronavirus, por la vaguedad de sus respuestas cuando es preguntado por su aparente lentitud en aumentar el número de test. Pone en cuestión la protección y organización de personal sanitario y la viabilidad de una pronta salida de las medidas excepcionales que ha adoptado.
Publicidad
La falta de equipamiento adecuado- máscaras faciales, batas, gafas de protección o guantes- ha sido denunciada por personal sanitario, pero el ministro de Empresa, Alok Sharma, insistió en la rueda de prensa diaria que ya se han distribuido 390 millones de unidades de equipamiento y que hay una línea telefónica de emergencia para que los centros de salud pidan el material que les falta.
Si en el inicio de la crisis el Gobierno adoptó una peculiar política de contención del virus que provocó división de opiniones, asociaciones médicas se quejan ahora de que se les den delantales sin mangas en vez de batas, como recomienda La Organización Mundial de la Salud o que se les guíe para usar la protección solo cuando están cerca del paciente, cuando la OMS sugiere protección constante. Hay testimonios de amenazas con medidas disciplinarias a quienes se quejan.
Los test se han convertido en una cuestión más extendida y quizás políticamente más grave, porque Johnson prometió, el 18 de marzo, que aumentarían a un ritmo exponencial: 10.000, 25.000, 250.000,… pero el balance diario no llega aún a la primera cifra. Las excusas se sobreponen. Un ministro afirma que hay carencia mundial de suministro de reactivos y lo niegan empresas químicas de Reino Unido. Todos los que comparecen públicamente repiten que «un mal test sería peor que no test», para justificar el retraso.
Las carencias llevan a situaciones chocantes. Solo un 15% de los 25.000 médicos y enfermeros que se han encerrado en sus casas por tener síntomas de Covid-19 dieron positivo en una muestra. Se han hecho test a 2.000 profesionales de la sanidad que tienen contacto con pacientes, de un total de medio millón. El Servicio Nacional de Salud(NHS) tiene aproximadamente 1.5 millones de empleados.
Publicidad
Salida
La comparación con Alemania (500.000 test por semana) es mencionada en las ruedas de prensa sin obtener respuestas concretas. Es un momento delicado para Johnson, aislado por el coronavirus quizás hasta el fin de semana. Su rival por el liderazgo conservador el pasado verano, Jeremy Hunt, criticó al Gobierno por no dar prioridad a los test. El ministro Sharma afirma que es «la máxima prioridad» del Ejecutivo, pero la certificación del test y la expansión de laboratorios se promete una y otra vez para «las próximas semanas».
En un webinar del grupo de estudios políticos, Policy Exhange, con gran influencia en el Partido Conservador, el exministro laborista, Alistar Darling, que estaba a cargo de la Hacienda en la crisis de 2008, subrayó que el gran problema de la gobernación es que se ejecuten realmente los planes anunciados. El ejemplo es que Sharma calificase horas después de 'inaceptable' que los bancos estén rechazando préstamos avalados por el Ejecutivo a empresas con problemas de liquidez.
Publicidad
El entonces gobernador del Banco de Inglaterra, Mervin King, respaldó la advertencia de Darling y añadió que «el daño económico no tiene por qué ser grave si el Gobierno logra que lleguen sus ayudas a sus destinatarios y prepara ya una estrategia de salida». Ese plan que amortigüe el daño económico depende de la liberación de quienes dan positivo de anticuerpos y se les supone inmunidad para reiniciar su actividad sin restricciones. Y para ello hacen falta millones de test.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión