Borrar
Portada del 'New York Post'. AFP
Jeff Bezos contraataca

Jeff Bezos contraataca

El fundador de Amazon hace públicos los correos en los que el National Enquirer le chantajeó con publicar 'selfies' de «debajo del cinturón»

Mercedes Gallego

Corresponsal en Nueva York (EE UU)

Viernes, 8 de febrero 2019, 21:39

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

De héroe a villano y vuelta a empezar. Jeff Bezos pasó de ser el nuevo Steve Jobs con la creación de Amazon en el garaje de su casa hace 24 años. «Yo mismo llevaba los paquetes a la oficina de correos», recordó el jueves, a ser odiado como el hombre más rico del mundo por pagar sueldos de miseria, para convertirse ahora en el héroe que ha sacrificado su imagen e intimidad a cambio de exponer las tácticas mafiosas con que el tabloide The National Enquirer ha estado chantajeando a los enemigos de Trump.

«Si en mi posición no puedo plantarle cara a este tipo de extorsión, ¿quién puede hacerlo?», se preguntó en el 'post' que ha hecho temblar al imperio de los tabloides. El National Enquirer, cuyo dueño David Pecker es amigo íntimo de Donald Trump y le ha hecho el trabajo sucio en varias ocasiones, destruyó el mes pasado el matrimonio de Bezos al publicar fotos y mensajes de texto con su amante, la actriz y expresentadora de Nuevo México Lauren Sánchez.

«¡Qué pena escuchar la noticia de que a Jeff Bozo (sic) lo ha tumbado un competidor cuyo periodismo es mucho más riguroso que su periódico 'lobista' el Amazon Washington Post!», se burló Trump en Twitter hace tres semanas.

Bezos sabía que comprar el mítico periódico al que puso una pista de despegue en la era digital, justo a tiempo para amargarle la vida a Trump tanto como a Nixon, serviría para que «cierta gente poderosa que sufre la cobertura del Washington Post concluyera equivocadamente» que él es «su enemigo». Algo que no lamenta ni ahora que le ha costado 25 años de matrimonio y la humillación de aparecer en los tabloides, chantajeado con la publicación de los selfies que le mandó a su amante «de por debajo del cinturón».

«Mi gestión del Washington Post y mi apoyo a su misión, que continúa inquebrantable, es de lo que estaré más orgulloso cuando tenga 90 años y repase mi vida, si tengo la suerte de vivir tanto tiempo», escribió el jueves.

Bezos no ha utilizado sus páginas para denunciar públicamente el chantaje, sino las de Medium, una plataforma para publicar «ideas y perspectivas que no encontrarás en ninguna otra parte». Sin duda la decisión de Bezos ha sido revolucionaria. «Cualquier vergüenza que me haga sufrir American Media Inc (AMI) pasa al asiento trasero porque esto involucra algo mucho más importante», dijo el poderoso empresario. «Numerosa gente ha contactado a nuestro equipo de investigadores con experiencias similar con AMI y cómo han tenido que capitular porque sus vidas estaban en juego». La cascada de un nuevo #MeToo comenzó con el Pulitzer Ronan Farrow, que como otros prominentes periodistas dice haber recibido amenazas similares al investigar al tabloide.

La vida matrimonial de Bezos ya estaba destruida, así que no tenía tanto que perder. Su obsesión era encontrar quién le había robado esas fotos y mensajes de texto, lo que pronto le llevó al hermano de la actriz Michael Sanchez, un fanático de Trump muy cercano a su amigo Roger Stone. Eso puso nervioso al tabloide que durante la campaña pagó 150.000 dólares a la conejita de playboy Karen McDougal para que su affaire con el candidato no le arruinase las elecciones. Uno de sus editores escribió al representante de Bezos para advertirle que si no detenía de inmediato esa investigación y emitía un comunicado eximiéndoles de culpa publicarían estas nueve fotos tan comprometedoras que el pene de Bezos es el protagonista en cada una de las descripciones.

«A ningún editor le gustaría enviar un 'e-mail' como este», termina Dylan Howard. «Espero que prevalezca el sentido común». El grupo de comunicación asegura que no ha hecho nada ilegal, pero Bezos ha publicado en su 'post' los correos íntegros para que el público juzgue por sí mismo y, con suerte, el fiscal especial Robert Mueller, con el que AMI había firmado un pacto de colaboración en el que prometía no volver a hacer nada ilegal. Trump por su parte, guardaba silencio este viernes. «No nos vamos a meter en una conversación entre algo como Jeff Bezos y una revista de tabloide», evadió la Casa Blanca.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios