Joe Biden.

Biden negocia con los republicanos un nuevo rescate económico para EE UU

Los demócratas recelan porque la alternativa de los conservadores reduce a un tercio la ayuda que propone el presidente

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Lunes, 1 de febrero 2021, 23:18

Siempre se ha dicho: se hace poesía en campaña y se gobierna en prosa. Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de unir al país y ser el presidente de todos. Una decena de senadores republicanos moderados han decidido poner a prueba esa voluntad de diálogo ofreciéndole una contrapropuesta al nuevo plan de estímulo económico que ha prometido.

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No todo el mundo cree que sea trigo limpio. Los republicanos ven una oportunidad de desmontar el farol del nuevo presidente, que puede sacar adelante su propuesta sin contar con ellos, siempre que logre alinear a todo su partido. Los progresistas, por contra, creen que es una trampa malintencionada, porque ofrecer un plan alternativo por menos de un tercio de la cantidad que pide Biden no es acercar posturas.

Ellos aseguran actuar «de buena fe» y en virtud de lo mismo Biden los recibió este lunes en la Casa Blanca, convirtiéndose en los primeros senadores que recibe en el Despacho Oval. Su contundente mensaje era claro: esas no son maneras de negociar. Biden ha anunciado un plan por valor de 1.900 millones de dólares, mientras que los diez republicanos moderados proponen otro plan de 600.000 millones que, a su juicio, coincide con los puntos clave que a él le preocupan.

LAS CLAVES:

  • Poco ambiciosa. La contraoferta suscita críticas al contemplaruna cantidad un tercio menor a la que maneja el equipo de la Casa Blanca

  • No incluida en su programa. Descartan la subida del salario mínimo, creen que «costaría millones de puestos de trabajo»

En él habría un nuevo cheque para los contribuyentes estadounidenses que ya no sería por 1.600 dólares sino por mil, y en lugar de enviarse, como los dos anteriores, a todos los que ganen hasta 75.000 dólares al año, llegaría solo a los que ganen hasta 50.000. Lo mismo ocurre con el desempleo, que Biden quiere extender hasta septiembre con una ayuda adicional de 400 dólares a la semana, pero que los republicanos limitan a 300 y solo hasta junio.

Desaparecen también propuestas progresistas de largo plazo, como la subida del salario mínimo a 15 dólares la hora, que Biden ya ha implantado en todos los puestos de trabajo de funcionarios federales. Según uno de los republicanos firmantes, eso costaría «millones de puestos de empleo».

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Estados Unidos ha gastado ya 4 billones de dólares en responder a la pandemia, incluyendo el último paquete de 900.000 millones de dólares aprobado en diciembre bajo la batuta del presidente Trump. Su intención era aprobarlo antes de las elecciones para apuntarse un tanto con el que cosechar más votantes, pero las negociaciones fueron difíciles incluso dentro de su propio partido.

Eso mismo se encontrará Biden, que más que una mayoría tiene un empate de 50-50 en el Senado, donde afortunadamente la vicepresidenta ostenta el voto de desempate. Demócratas conservadores como Joe Manchin, de Virginia Occidental y Kyrsten Sinema, de Arizona, se anticipan ya como los grandes aguafiestas de esta legislación y de toda la legislatura.

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Aprobar por 'reconciliación'

Si bien la aprobación de partidas presupuestarías requiere mayoría absoluta, los demócratas podrían optar por el procedimiento de «reconciliación» que le permite aprobar una ley al año por mayoría simple para cada uno de los grandes apartados presupuestarios -gastos, ingresos, techo de la deuda-.

Las negociaciones con la decena de senadores republicanos a los que Biden recibió este lunes en la Casa Blanca para sondear sus opiniones e iniciar el diálogo le permitiría guardar esa carta, pero el mandatario ha dejado claro de antemano que tienen que acercarse «mucho más» a su postura para que haya espacio para el diálogo. «El estímulo económico tiene que pasar», ha dicho Biden con firmeza. En el Senado, Bernie Sanders lo ha puesto más claro: «Tenemos los votos necesarios para aprobarlo por reconciliación. Si los republicanos quieren trabajar con nosotros y tienen mejores ideas, genial, pero francamente todavía no he escuchado ninguna».

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