El Banco de España alerta de la «fragilidad financiera» de los hogares españoles
El crédito en 'vigilancia especial' se acerca a los 82.000 millones de euros y el organismo pide a los bancos que no se relajen con las provisiones
clara alba
Madrid
Jueves, 29 de abril 2021, 12:09
El ritmo de vacunación avanza y las medidas contra la crisis han evitado un impacto aún mayor en la economía española. Sin embargo, siguen existiendo riesgos que invitan a la prudencia. Y así lo refleja el Informe de Estabilidad Financiera de primavera publicado este jueves por el Banco de España.
En el mismo, el organismo advierte de que no se puede descartar una evolución más negativa de la pandemia que tendría efectos económicos en términos de «destrucción del tejido productivo, incremento del desempleo y, por tanto, deterioro de las rentas y de la capacidad de pago de las deudas de hogares y empresas».
La institución comandada por Pablo Hernández de Cos deja claro que la vulnerabilidad de la economía española aún es extensa.«La persistencia de la pandemia sigue generando efectos negativos sobre los ingresos de las empresas, especialmente en las actividades más afectadas por la crisis», indica el organismo en su documento. Mención especial para las empresas más endeudadas. Una bola de nieve que «pone en riesgo la viabilidad» de algunas de ellas, «limita sus planes de inversión y empleo y las expone a un empeoramiento de las condiciones de financiación», explican.
En el caso de los hogares, advierten de que el aumento de la tasa de ahorro y la reducción del volumen de crédito experimentado «oculta la existencia de segmentos que han visto incrementar de manera significativa su grado de fragilidad financiera».
Riesgo de morosidad
Es la pescadilla que se muerde la cola. En el caso de los hogares, apuntan directamente al riesgo que sufren las familias más afectadas por la crisis, a pesar de las medidas de apoyo público que sí han contribuido a mitigar de forma significativa los efectos de la crisis.
El Banco de España recuerda que la tasa de ahorro de las familias sigue en máximos históricos, canalizándose una gran parte de los fondos hacia los depósitos. Pero advierten que «es muy probable que el aumento de la riqueza más líquida se concentre en los hogares menos vulnerables». «En conjunto, parece que las personas físicas más afectadas económicamente por la pandemia han visto reducido más su crédito bancario que el resto, y, por el contrario, en este colectivo, se ha apreciado una menor reducción del riesgo de crédito», explican desde el Banco de España.
Señales de alerta
En los datos del Banco de España empiezan a asomar las primeras alertas sobre el sistema. En el caso de las empresas, el organismo advierte que un porcentaje elevado de los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) que el pasado año sirvieron para salvar los peores momentos de la crisis, «está asociado a acreditados con alguna señal de deterioro en el conjunto del sistema». En concreto, un 36% está ya en 'vigilancia especial', el cajón en el que los bancos 'guardan' los préstamos que, sin haber registrado impago, sí han empezado a dar las primeras señales de alerta.
Otro indicador de riesgo latente es el de las moratorias concedidas en los préstamos al consumo y en hipotecas. Del volumen total de moratorias ya vencidas, cerca del 20% se sitúan en 'vigilancia especial' y algo menos del 10% son dudosos. El Banco de España calcula que más del 50% de estas moratorias vencen entre abril y mayo. «Los préstamos en moratoria de los hogares más endeudados, menor renta, con peor historial crediticio pasado o en regiones con mayor destrucción de empleo son los que tienen una mayor probabilidad de recibir una calificación de crédito problemática una vez que expiran», indican. En total, el crédito en vigilancia especial entre familias y empresas alcanza los 82.000 millones, tras dispararse un 20% en el último trimestre de 2020.
Crédito bancario
El problema, según indican, es que este deterioro de la calidad crediticia «podría amplificarse a través de una contracción de la oferta de crédito, en particular en un contexto en el que existen dudas sobre los incentivos para el uso por parte de las entidades financieras de los colchones de capital disponibles».
En este punto, se refieren a la flexibilidad sobre los requisitos de capital que el Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido durante la crisis, para facilitar que los bancos destinasen todo lo necesario al crédito sin sufrir ninguna penalización por incumplir los requisitos regulatorios.
El organismo advierte de que, en este entorno, el sector bancario se enfrenta todavía a tiempos difíciles y, si se materializan los riesgos sobre la morosidad, será muy complicado mejorar los niveles de rentabilidad, ya de por sí dañados desde hace años por los bajos tipos de interés.
En este sentido, el Banco de España desvela que han recomendado al sector «que actúen con extrema prudencia en las políticas de distribución de dividendos», además de insistir en que el sector debe mantener a raya las provisiones, anticipándose en el reconocimiento de posibles deterioros.
Ante los riesgos que aún persisten, el Banco de España considera que «las políticas económicas (monetaria y fiscal) se presentan como el principal factor mitigante», insistiendo en la necesidad de mantener las ayudas públicas. «Una retirada prematura de los apoyos podría agravar las vulnerabilidades de la economía y los riesgos para la estabilidad financiera», advierten.