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Max Verstappen celebra su triunfo en Barcelona.
Verstappen, el último niño prodigio
GP españa

Verstappen, el último niño prodigio

El holandés ha destrozado el récord de precocidad en ganar un Gran Premio de F1 y su futuro se presupone brillante

david sánchez de castro

Lunes, 16 de mayo 2016, 14:42

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«El prodigio», titulaba a toda portada este lunes un periódico tan prestigioso como LEquipe sobre Max Verstappen. Francia es uno de los países que se ha rendido ante el nuevo príncipe de la Fórmula 1, pero su nombre resuena en todo el mundo. Hasta el estadio Galgenwaard, hogar del FC Utrecht, coreó «Verstappen, Verstappen» cuando se enteraron de la noticia en medio del encuentro contra el Zwole de la liga de fútbol holandesa.

La victoria de Verstappen ha dado la vuelta al mundo por un dato fundamental: apenas supera los 18 años. Exactamente cuenta con 18 años y 228 días de edad. El 30 de septiembre de 1997 llegaba al mundo el hijo mayor de Jos the Boss, que no pasó de ser una gran promesa en el gran circo por estar a la sombra de Michael Schumacher. Nadie, ni su propio padre, podía esperar ese día que el niño rubito que tenía en brazos iba a ser comparado, ni más ni menos, que con Ayrton Senna.

Verstappen ha destrozado el anterior récord de precocidad de un ganador de Gran Premio en casi tres años. Sebastian Vettel ostentaba la marca desde el Gran Premio de Italia de 2008, cuando llevó el Toro Rosso al primer puesto con apenas 21 años y 73 días. El hoy tetracampeón del mundo ya había rebasado la marca de Fernando Alonso, que el agosto de 2003 ganó el GP de Hungría. Tenía 22 años y 26 días.

No todos los jóvenes han salido tan brillantes: de Troy Ruttman, ganador de las 500 millas de Indianápolis en 1952 con 22 años, 2 meses y 19 días poco más se supo. Sin embargo, otros como Bruce McLaren (fundador de la escudería de Woking) o los propios Lewis Hamilton o Kimi Räikkönen, todos ellos ganadores de GP antes de cruzar la frontera de los 24 años, sí han inscrito su nombre con letras de oro en la historia del automovilismo.

En este clima de euforia, también hay que colocar el éxito de Verstappen en su perspectiva. El joven de Red Bull ha conseguido su primera victoria en su carrera número 24, pero otros como Lewis Hamilton lo hicieron en la sexta.

Damon Hill sólo tardó 13 carreras en ganar, y Ayrton Senna, 16. Claro que, especialmente en el caso de Hamilton, no es lo mismo comenzar tu participación en Fórmula 1 en un coche que lucha por las victorias que en un coche que lo hace por ser sexto o séptimo, siempre que la suerte acompañe.

Sainz, el gran eclipsado

El Gran Premio de España de Fórmula 1 pasará a la historia de varios pilotos de la cantera Red Bull, no sólo de Max Verstappen. Obviamente para el neerlandés será inolvidable el 15 de mayo de 2016, pero otros también salieron triunfantes de Montmeló. Uno de ellos fue Carlos Sainz.

Mientras el hombre que había compartido box con él hasta el momento besaba las mieles del éxito, él tenía que conformarse con un sexto puesto. Así, en términos absolutos, sabe a poco, claro. Sin embargo, viendo la imagen más amplia no se puede obviar el tremendo éxito de Sainz: sexto puesto con un coche que apenas pasa del octavo en rendimiento puro. Si los abandonos de Rosberg y Hamilton beneficiaron a Verstappen, obviamente también lo hicieron a Sainz, pero eso no evita la alegría en casa del español.

El innegable talento de Verstappen y el de Sainz son objeto de comparación constante. Ambos llevan los mismos GPs en F1, ambos debutaron en Toro Rosso y ambos han conseguido los elogios de sus jefes. Pero para uno el listón ya está en la victoria, y siempre que tenga la oportunidad de ganar (un abandono de los Mercedes, una carrera loca, etc.) se le exigirá que lo haga. A Sainz, en cambio, le queda mucho margen de mejora. Antes del primer podio debe colocarse como objetivo el quinto puesto, y después el cuarto.

Con el cambio de equipo, además, Carlos Sainz ha heredado el chasis que usaba Verstappen hasta el momento y Kvyat, el de Sainz. El propio piloto español se sentía sorprendido del buen rendimiento del coche, y la mejora en su competitividad, lo que trae consigo una sospecha: ¿beneficiaron a Verstappen desde Toro Rosso desde un principio, con mejor material? Los fans de la conspiración contra todo lo español estarán encantados con esta idea, pero sólo el tiempo dirá si, realmente, a Sainz le estuvieron haciendo la cama.

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