El sueño del Astorga: dos minutos de agonía y doce goles de alegría contenida

A muchos se les venía a la cabeza aquella histórica narración del recientemente fallecido José Ángel de la Casa: «¡Gol de Señor! ¡El número 12!». Aquel histórico 12-1 a Malta clasificaba a España a una fase final. Un resultado que si por algo es histórico, es porque es casi imposible que se repita. Y que, por cierto, también le valdría al Astorga para celebrar en el fuente de Santocildes el ascenso el próximo domingo.

La resaca emocional de lo vivido en la Eragudina este domingo se ha convertido en una «calma tensa» entre la directiva. El presidente del Atlético Astorga, Manuel Ortiz, se muestra con cautela, aunque «la lógica» le dice que es improbable que el Tordesillas -que ya ha felicitado al Astorga por el ascenso- pueda ganar por doce goles de diferencia en el campo del Santa Marta. «Con la pelota en juego, aún hay opción», insiste.

Durante el partido, la directiva y el cuerpo técnico no pensaban en nada más que en ganar su partido ante el Palencia (1-0) y dejaban a la grada el resto del trabajo. «Si pasaba algo en Tordesillas, habría murmullo o aplausos». No hubo ni una cosa ni la otra porque en Las Salinas -campo del Tordesillas- se mantenía la igualada a ceros.

El partido en Astorga acabó antes y el mensaje empezó a recorrer la Eragundina. Faltaban dos minutos de agonía porque si no se movía el marcador en Las Salinas, el Astorga era virtualmente equipo de Segunda Federación. «Había gente en la grada con el móvil y empezaron a gritar. Ahí me di cuenta de que volvíamos a tener tres puntos de ventaja», explica el presidente, que se fundió en un abrazo con la directiva y el alcalde. «Volvimos a soñar, eso es inevitable. Hubo euforia y subidón», confiesa, aunque insiste en «esperar hasta el domingo» para celebrar el ascenso oficial.

Ortiz pudo hablar con cada jugador, pero dejó el vestuario para el equipo. Un equipo «bueno» y que, en líneas generales, «hemos estado un pelín más fuertes» que el Tordesillas. Finalmente serán campeones del Grupo VIII por primera vez en su historia y en un año con plantillas competitivas que partían con el mismo objetivo. «Nosotros queríamos clasificar para la Copa del Rey, pensar en quedar campeones era complicado».

Desde el banquillo, José Luis Lago lo vivió de una forma distinta a cómo lo vivió hace 11 años, cuando el Astorga conseguía su único ascenso hasta ahora y con él como campo y jugador decisivo -anotó el gol del triunfo-. «Siempre se disfruta mucho más desde dentro que desde fuera. Intentas controlarlo todo y es complicado, lo vives con más tensión». Eso sí, ve similitudes con aquel curso 2013/2014 por la gran cantidad de jugadores leoneses con los que cuentan -salvo dos de Palencia y Carlos Más -autor del gol del ascenso- que es de Albacete-. «Conocían el grupo y sabían lo que es el Grupo VIII; sin Salamanca y sin Ávila, apostamos por estar lo más arriba posible y los chicos han creído en ello».

El cuerpo técnico no tenía «previsto» que se pudiera celebrar el ascenso y su único propósito era ganar y conseguir los 75 puntos que obligaran al Atlético Tordesillas a ganar en la última jornada. Todo esto tras una temporada de resultados positivos y en la que el Astorga había montado una plantilla «muy competitiva» con el objetivo de dar un paso adelante.

Sí que seguía sobre el césped un héroe del primer ascenso. El capitán Diego Pélaez vivió un choque de «emoción contenida» en el que vieron a través de YouTube los últimos minutos del choque de Valladolid. «Fue un momento inexplicable. Mucha alegría, emoción y recuerdo de un año en el que habíamos estado todo el año arriba y nos habían recortado». La plantilla confiaba en un pinchazo que llegó, una agradable sorpresa que desató la locura en el vestuario de la Eragudina. «No teníamos nada preparada. En el vestuario nos soltamos la melena y luego subimos al centro a tomar algo. Ahora hay que esperar, queda una jornada, pero algo haremos para celebrar», avanza el futbolista.

Peláez pone en valor «la regularidad» que han mostrado durante toda la temporada en un equipo «muy constante y muy trabajado» que sabía lo que quería. Tan ha sido su constancia, que los goles 'residuales', de los mal llamados minutos de la basura, serán los que den el ascenso al Astorga. «Hemos hecho muchos goles y nos hacen muy pocos. Al final esa bobada te da un ascenso».

La emoción también se vivía en el palco. El alcalde José Luis Nieto valoraba el «fruto» dado desde el trabajo bien hecho de esta temporada y otros años atrás. Recordando el éxito del partido ante el Sevilla de la Copa del Rey, en la pasada temporada, alababa ahora el primer campeonato de liga cosechado por el club maragato. Él lo vivió con amigos y familia y con «emoción» en un choque donde solo quedaba ganar y esperar. «Hubo minutos de mucha intriga hasta que se consiguió. Me abracé con el presidente cuando acabó todo». Desde el Ayuntamiento llaman a la prudencia y a esperar al próximo fin de semana antes de celebrar un éxito virtual que será oficial en unos días.

Los jugadores del Atlético Astorga ya disfrutan de unas merecidas vacaciones. Cuando concluya el partido del próximo fin de semana en Santa Marta de Tormés, el equipo será oficialmente de Segunda RFEF.

Está prevista una reunión entre directiva y cuerpo técnico en la que se dará forma al proyecto de superior categoría, aunque primero quieren «desconectar», afirma el entrenador que con toda probabilidad seguirá en el banquillo de la Eragudina la próxima temporada, ya que tiene renovación automática por ascenso. «El objetivo será pelear la categoría como sea. Hay equipos históricos», reconoce. Para ello tocará valorar la situación del club para avanzar en renovaciones y nuevos fichajes.

Quien probablemente esté, si el quiere, será el capitán. Diego Peláez va a esperar y «pensarlo bien» para seguir disfrutando de su pasión, que es el fútbol. «Lo hablaremos y lo meditaré porque es una decisión complicada; he tenido familia ahora». Aunque, si puede, su propósito es seguir ayudando al equipo y jugar con el Astorga en Segunda RFEF.

A nivel económico, el club valorará los requisitos para competir en la cuarta categoría nacional y tratará de montar un presupuesto «dentro de nuestras posibilidades». El presidente descarta «volverse locos» y apuesta por traer a jugadores «que podamos pagar, no vamos a arruinar al club». En la misma línea estaba el alcalde, que acelerará los contratos para reformas pendientes en la Eragudina como la ampliación de gradas en 800 espectadores o cambiar la torre donde se grababan los partidos.

«Lo que haya que cumplir, dentro de una ciudad pequeñita, se podrá cumplir. Pero sin esparavanes, que todos nos acordamos a la Hullera», sentencia: «Una cosa es soñar y otra gastar de más», por lo que patrocinadores, institución y club se sentarán para tomar decisiones.

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