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Illarramendi, centrocampista de la selección española.
«El futbolista que tiene uno dentro sigue estando ahí»
entrevista

«El futbolista que tiene uno dentro sigue estando ahí»

El realista, que podría debutar con la absoluta tras unos años en Madrid que frenaron su progresión, ha vuelto a recuperar «la confianza que tenía en mí mismo»

Rodrigo Errasti Mendiguren

Jueves, 23 de marzo 2017, 00:07

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Asier Illarramendi tiene 27 años pero sonríe con la timidez de un adolescente en una situación nueva para él. Y eso que conoce a muchos de sus compañeros, las instalaciones de la selección y también Madrid, una ciudad en la que no brilló porque casi llegó a perder la confianza en sí mismo. «El aspecto mental es básico, creer en uno mismo», insiste. Encontró ayuda para volver a confiar en sus aptitudes, y las ha vuelto a demostrar en la Real Sociedad, el club de su vida como él mismo dice, en el que está demostrando ser ese futbolista «valiente» en el que cree Julen Lopetegui. Fuera es más tranquilo, de estar con su mascota, su novia y sus amigos, esos tan recordados porque le acompañaron en su presentación como madridista en el Santiago Bernabéu. Charla sin prisas pese a que no llevaba mucha ropa para la bajas temperatura que hace en la Ciudad del Fútbol.

Parecía en 2013 que iba lanzado hacia la absoluta tras aquel Europeo, pero hubo un parón.

Para mí volver aquí es una oportunidad bonita, no es muy fácil entrar en una convocatoria. Tengo muy buenos recuerdos de aquella sub-21 en la que hice muy buenos amigos. Muchos están aquí y me alegro mucho de reencontrarme con ellos en la absoluta. Estoy muy contento.

El seleccionador le conoce desde hace muchos años y tiene un hijo de la Real Sociedad. ¿Eso le hace a uno saber con certeza que le ven cada partido?

(Sonríe) Julen me conoce de la sub-21, sabe de lo que soy capaz y de cómo es mi juego. Ha optado por mí esta vez, yo estoy encantado e intentaré aportar lo máximo y aprender de todo para disfrutar.

Se miden a Israel, el país donde se jugó ese Europeo al que parece vinculado este grupo porque sirvió a muchos para ganar estatus, entre ellos a usted.

Fue la guinda a un año redondo. Quedamos cuartos en el club y eso que no esperábamos quedar tan arriba porque empezamos fatal, pero en la segunda vuelta hubo muchos partidos que no perdimos y al final nos metimos en Champions. Fue una temporada muy buena. Llegó el Europeo, fuimos con ilusión Iñigo (Martínez) y yo. Los dos somos buenos amigos desde críos y nos salió todo muy bien, redondo. Aquello sirvió, como dices, para que nos viese más gente porque la Real es un club al que quizá no sigue tanta gente como a una selección de España.

Y llegó al Real Madrid por un traspaso millonario, pero nunca se vio al mismo Illarra de la Real. ¿El salto más complicado fue cambiar Mutriku por Madrid?

Es verdad que cambia. Yo venía de un pueblo pequeñito de 5.000 habitantes y tampoco había salido nunca de allí. Dejar la familia y los amigos, aunque vine con mi novia, está claro que cambia la vida. Pero eso no es excusa. Deportivamente no me salieron muy bien las cosas pero no fue por culpa de todo eso. Al final aquí me faltó confianza el primer año, quizá el segundo estaba más cómodo pero tampoco no tuve muchos minutos y no rendía igual. (Pausa) Lo pasado, pasado está. Hay que olvidarlo, vivir el presente y disfrutar en la Real Sociedad, donde estoy muy a gusto y el equipo está funcionando muy bien. Ojalá que terminemos bien el año.

Supongo que aquel partido de Dortmund o no jugar de titular la final de la Champions le hizo madurar.

De todo se aprende sí. Estos años he aprendido que de cada situación tienes que sacar todo lo positivo que puedas. Yo viví circunstancias que no fueron muy buenas pero aprendes que el futbolista que tiene uno dentro sigue estando ahí. Tienen mucha importancia la cabeza y la confianza.

¿La confianza que le concede el míster o la que tiene uno en sí mismo? Supongo que no era por la presión, porque usted ya había jugado partidos importantes. No sé si usted es de expresar esas cosas con más gente.

No soy de expresarlo, pero al final tuve la oportunidad de que me ayudase una persona del club (Real Madrid), a la que tengo mucho cariño. Es verdad que no pasé momentos buenos y perdí la confianza que tenía en mí mismo. No del todo, pero la fui perdiendo y al final se nota en el campo. Fue eso lo que pasó, que no di todo lo que tenía yo. He madurado bastante y he aprendido de todo esto.

Y en aquellos momentos le llegó la oferta del Athletic. ¿Realmente se lo planteó? ¿O ya tenía claro que si volvía iba a ser a la Real?

Fue a mitad de temporada, en navidades (diciembre 2014, enero 2015) y tenía la cabeza aquí (en Madrid). No quería salir en ese momento. En verano vi que se me cerraban las puertas, ahí si que me plantee salir. Al final salió la Real, que es el club de mi vida y que me dio la oportunidad de volver. Estoy contento de haber vuelto allí, de reencontrarme con viejos amigos. Además, esta temporada está siendo buena y ojalá que terminemos bien.

Supongo que sería lograr plaza en Europa. Se fue tras conseguir la clasificación para la Champions y aún no ha podido disfrutar competición continental como realista.

La verdad es que tengo muchas ganas de jugar por Europa con la Real, viajar con mis compañeros por ahí para disputar partidos bonitos. Cuando quedamos cuartos no tuve esa posibilidad y este año vamos encaminados para ello. Espero que lo acabemos logrando.

Un sueño que tenía de chaval, defender el equipo del que siempre ha sido hincha.

En el primer equipo hay gente con la que he coincidido en categorías inferiores a la que conozco hace muchos años. Eso ayuda. La gente se conoce, hay mucha gente de la cantera. Somos buenos amigos además de compañeros, hacemos comidas o cenas todos juntos. En el campo creo que se nota. Hay muchos que han conocido todas las fases del crecimiento y eso une.

¿Cuándo vivía en Madrid eso era algo que también echaba en falta?

Bueno, yo soy de la costa y echaba de menos el mar. Aquí en invierno hace frío pero en verano hace mucho calor y se echaba en falta el mar. Y los amigos y familia también claro

¿Y ahora añora algo de su vida en la capital?

La verdad es que Madrid me encantó. El primer año, quizá los tres primeros meses, me costó un poco más adaptarme, pero debo decir que me encantó Madrid y me sigue gustando. Tienes de todo, cualquier cosa y cualquier día. Eso quizá allí no es así, no hay tantas opciones como aquí que en cualquier momento puedes tener el plan que quieras. Esa riqueza que tiene Madrid me gusta.

¿Ha vuelto a disfrutar en el campo?

La verdad es que sí. Este año está siendo muy bueno para nosotros, todos los jugadores con la llegada de Eusebio hemos mejorado gracias a su idea de juego que es siempre querer tener el balón. Al final tener la pelota te da más confianza y eso se nota, a nivel personal y colectivo. Todos estamos disfrutando más que quizá cuando llegó, que estábamos de bajón y sin confianza. Ahora hemos mejorado en cuanto a técnica y táctica. Gracias a él se está ahí arriba, a algunos nos han llamado para la selección.

Si debuta como internacional, juega en Europa con la Real y acaba jugando el Mundial, ya tendrá casi todos sus sueños cumplidos.

Sería muy bonito y muy buena señal que se cumpliera todo eso. Lo firmo.

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