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Rafa Márquez llega a sus 39 años con su quinto Mundial. Afp
México y Márquez, el final del hombre sin final

México y Márquez, el final del hombre sin final

Grupo F ·

A sus 39 años, el exfutbolista del Barça disputará en Rusia su quinto Mundial seguido y a su término se retirará del fútbol

Lunes, 11 de junio 2018, 13:58

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Márquez no tiene embocadura. «Este es mi último Mundial, no me veo llegando a Brasil, pero Dios dirá», dijo tras el de Sudáfrica. Pero llegó a Brasil y va a llegar a Rusia por una razón sencilla: «Es que con Rafa en el campo puedes echarte a vivir tranquilo», dijo Guardiola en su día. Algo así ha debido pensar Osorio, el seleccionador de México, que lo quiere «dentro o fuera». El Kaiser de Michoacán, de 39 años, va a desmenuzar algunos récords en este Mundial, su quinto seguido, con 141 partidos y 18 goles con su selección, a la que llegó de refilón, por accidente, cuando Milutinovic lo llamó por error, al confundirlo con César Márquez, pero se quedó embelesado con aquel central de 17 años cuando lo vio entrenar. Un error, sí, pero con final feliz. «Que se quede», dijo terminante.

Ambos eran del Atlas, el equipo donde empezó cuando era un mengajo y entrenaba con su padre o dando golpetazos contra la pared, si estaba solo. Hoy, 22 años más tarde, tras arracimar títulos, fama y un honor algo anubarrado en los últimos tiempos, todos llaman 'el patrón' al exjugador del Barça, con el que ganó cuatro Ligas y dos Champions. ¿Anubarrado? Sí, porque el exjugador del Barça tiene vetado EE UU, sancionado como está desde el año pasado por el Departamento del Tesoro por su presunta relación con un narcotraficante para el que podría haber hecho de testaferro.

«El partido más difícil»

«Este es mi partido más difícil», dijo el jugador. Abandonado desde entonces por las marcas que lo respaldaban como Procter&Gamble y Nike, para Márquez no es solo su último Mundial: no quiere un final cualquiera, sino un colofón a su medida, un torneo que vuelva a remeter los faldones de su currículum. Por eso está con ganas. En abril se despidió del Atlas y dijo que se retiraba, pero no tomó vacaciones para preparar el Mundial. Eso sí, entrena con la selección sin distintivos en la camiseta y le han recomendado no hablar en la zona mixta ni en las ruedas de prensa. Un final chocante para el '4', que en Rusia será como una sombra, pero presente en cada esquina.

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