Tarsi Aguado, la mano derecha de Docampo sobre el césped

Es el segundo fichaje de la Cultural y Deportiva Leonesa y es un hombre de confianza para Docampo. Tarsi Aguado llega a León para reforzar su medular y ser una 'prolongación' del técnico vizcaíno sobre el campo, algo que ya sucedió en el Calahorra.

Indiscutible e importantísimo en el conjunto calagurritano, Aguado llega ahora a la Cultural con ese mismo reto: ser el 'jefe' en el centro del campo leonés y ser ese hombre de confianza para Docampo, su 'alma gemela' vestida de corto.

Este centrocampista, inteligente y líder, aspira a ser uno de los engranajes clave en el esquema de Eduardo Docampo en la Cultural como lo fue ya en La Planilla con el CD Calahorra.

Con una dilatada trayectoria pese a sus 27 años, pasando por tres canteras como la del Zaragoza, Athletic y Oviedo, suma otras experiencias en clubes como la Balompédica Linense y en el propio Calahorra.

Aguado es un mediocentro completo, con capacidad para liderar la creación de juego pero, ante todo, para abarcar mucho campo. Siempre pendiente de las coberturas, de las ayudas y de ser un apoyo a la hora de recuperar, destaca en la defensa hacia adelante. No en vano, el navarro robó 287 balones la pasada temporada, el 43% en campo rival.

Este alto porcentaje de recuperaciones más allá de la medular habla de la idea de juego del Calahorra, que no buscaba encerrarse, y de su carácter, tratando de liderar esas líneas adelantadas o en bloque medio de los calagurritanos.

Vencedor de la mitad de los duelos librados, porcentaje que cae al 45% en el caso de los aéreos, es también generador de juego y un futbolista por el que pasaban una media de 20 balones cada partido - a los que hay que sumar los que recuperaba, ocho de media por encuentro -.

Con el balón en los pies, se trata de un futbolista seguro a la hora de repartir juego (tiene más de un 82% de acierto en pases) y, ante todo, mira hacia adelante. No es un mediocentro posicional al uso, de buscar el envío fácil, y sí arriesga más en busca de superar líneas y ser más directo.

Realizó más del doble de pases hacia adelante (474) que hacia atrás (222), en una clara muestra de ese afán de juego más vertical que practica, si bien es cierto que, como es lógico, el acierto fue superior en los pases hacia atrás (95%) que en los dirigidos hacia la meta contraria (69%), aunque el ratio de efectividad no es nada negativo.

A ello se le suma que la pasada temporada también fue capaz de llegar más al área rival. Sin llegar a ser un 'box to box', Tarsi Aguado sí logró soltarse más, sorprender desde segunda línea y estar atento en el área. El futbolista navarro anotó tres goles - dos en rechaces, demostrando una rápida capacidad de reacción - uno más que en sus siete temporadas previas, a los que se le une una asistencia de gol.

Docampo tiene ya a su disposición a Tarsi Aguado, un futbolista que apunta a ser importante en sus planes después de jugar todos los minutos posibles la pasada temporada con el Calahorra del técnico vasco: sólo se perdió un partido en el que el centrocampista estaba sancionado.

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