El Reino vuelve a levantar a la Cultural

La Cultural volvió a hacerse fuerte en casa para disipar de golpe todos los fantasmas que venían acechando tras la derrota de Ourense. Los de Raúl Llona, demostrando una vez más su superioridad como local, se impusieron a un Barakaldo que también tuvo sus opciones a lo largo de todo el partido y acabó haciendo sufrir en exceso a los leoneses (2-1).

El triunfo vuelve a aumentar el colchón hasta los cinco puntos respecto a la Deportiva, que visita mañana a la Real Sociedad B, otro de los rivales directos. A una semana del derbi, todo apunta a decidirse en El Toralín, donde los de Llona podrían quedarse sin Barri y Maestre después de que ambos se retiraran lesionados.

Si hay algo indudable en la Cultural es que, más allá de que los últimos resultados no acompañen, la gente está volcada con el equipo en busca del ansiado ascenso. Así lo demostraron durante toda la semana, sacando a relucir las banderas a los balcones, y lo volvieron a confirmar en la previa del encuentro con un recibimiento a la altura de lo que había en juego.

Ya dentro del estadio, convirtieron las gradas en una auténtica fiesta a la salida de los jugadores, levantando miles de cartulinas para crear un mosaico imponente. Más no se le podía ofrecer a un equipo que arrancó el partido con algunos cambios. La sanción de Pibe llevó a Calderón a la titularidad y, por el otro costado, Llona dio entrada a Samanes, incrustando a Chacón en la mediapunta, por delante de Bicho y Maestre.

El plan de partido se vio condicionado por el estado del césped, con charcos que alteraban la circulación de balón. Esto no impidió las primeras llegadas locales, con Satrústegui como principal protagonista de la primera ocasión clara para los culturalistas tras un remate de cabeza que se fue por muy poco.

Esta vez sí, la Cultural salió con una faceta más dominadora, aunque con los problemas habituales para generar peligro en la zona cercana al área rival. El Barakaldo no se encerró atrás y esto provocó que se generaran algunos espacios a la contra. Calderón supo aprovecharlo y condujo hasta la frontal, pero su disparo se estrelló en el travesaño.

Los leoneses volcaban más sus ataques por el costado zurdo, a pesar de los evidentes problemas en la circulación con los charcos. De hecho, posteriormente, el mayor peligro pasaría a generarse por la derecha y así se certificó en el marcador. A la media hora de encuentro, tras una buena combinación de Bicho y Chacón, Calderón lanzó un centro medido para que Samanes pusiera el primero a placer.

El gol confirmaba el buen inicio de Calderón y, sobre todo, de Luis Chacón, mucho más cómodo y liberado en la mediapunta. Destacable también la labor de Bicho en el centro del campo, imponiéndose un día más en los duelos y haciendo daño con sus conducciones.

De nuevo como el día ante el Nástic, aunque esta vez sin ser por partida doble, las malas noticias llegaron en forma de lesión, cuando Maestre se tuvo que retirar lesionado antes del descanso. Esta ausencia provocó algunas dudas en la defensa por la pérdida de una pieza fundamental, algo que se debía intentar ajustar al descanso.

Barri y Bicho pasaron a formar un doble pivote, en busca de evitar entre ambos los espacios por el hueco. El Barakaldo, sin nada que perder, salió del descanso a por el empate y un error en las filas defensivas de la Cultural estuvo a punto de provocar el tanto visitante. Hasta tres jugadores bilbaínos aparecieron solos para rematar, pero acabaron estrellando el balón en el larguero.

Los de Raúl Llona no salieron bien tras el descanso y el balón duraba muy poco en los pies culturalistas. Aun así, esto no evitó que el cuadro leonés hiciera daño al contragolpe ante la valentía de los vascos. La tuvo Luis Chacón, que llegó a driblar al portero, pero se quedó sin ángulo.

Ante los problemas del equipo para quedarse el balón, Llona optó por ingresar a Presa como tercer centrocampista y reforzar la medular. Y ahí, cuando parecía el momento más delicado de la Cultural, un cúmulo de buenas acciones individuales iniciadas por Guzmán acabó con el remate de Barri al fondo de la red.

Era un tanto necesario para evitar sustos en los últimos minutos, aunque el Barakaldo no bajó los brazos y, por medio de Pablo Santiago, puso en problemas a la zaga leonesa. Por si eran pocos los nervios de los aficionados presentes, Barri se tuvo que retirar lesionado, obligando a la Cultural a jugar con diez en los últimos minutos. Otro problema en la medular para Llona.

La victoria era necesaria y los leoneses pasaron a defenderse en su área en el preludio de un final apoteósico. La Cultural tuvo la opción de salir a la contra, pero Kevin Presa intentó un caño en un momento delicado y el Barakaldo aprovechó el robo para acortar distancias. Sin embargo, no hubo tiempo para más y el cuadro leonés certificó una victoria crucial para sus intereses.