Un excepcional Abanca Ademar pudo soñar con la Supercopa

Pocos pensaban en que fuera posible antes de iniciarse el partido, pero todos lo vieron como algo alcanzable con el paso de los minutos. El Barça ha sumado un nuevo título, la Supercopa, tras ganar (30-27) al Abanca Ademar. Pero el conjunto leonés sacó su corazón, su alma y sus piernas para poner contra las cuerdas a los todopoderosos azulgrana.

El Abanca Ademar plantó cara y sembró dudas en el Barça. Porque, durante 40 minutos, estuvo por delante en el marcador, llegando a ganar por cuatro goles y sólo un inspirado Pérez de Vargas 'rescató' a los barceloneses para liderar una remontada que llegó, como era de esperar, pero que fue más sufrida de lo que cualquiera pudiera pensar.

El conjunto leonés se había citado con la historia al disputar, 19 años después, esta Supercopa que supone el inicio de la temporada balonmanística en España. Sin ningún tipo de tapujo ni presión y con una progresión exponencial en pretemporada, el Abanca Ademar se plantó en Torrelavega con la rebeldía propia del que no tiene nada que perder y sí argumentos para soñar.

Desde el inicio, el Abanca Ademar demostró tener muchas piernas y pundonor. La defensa leonesa 'secó' a los azulgranas en el primer parcial de cinco minutos y donde sólo los errores en ataque privaron a los leoneses de abrir una brecha mayor.

El plan del Barça que, a buen seguro, esperaba tener el partido sentenciado al descanso - como acostumbra - empezaba a tambalearse ante la defensa marista y un Panos en portería que mostró un gran nivel. El Abanca Ademar, con un gol de Boskos, se puso por delante en el marcador, y no sería de forma testimonial.

El Barça, por su parte, se agarraba a Dika Mem en estos primeros minutos donde sólo el brazo del francés era capaz de encontrar fracturas en la muralla marista. La renta del Abanca Ademar crecía, poco a poco, hasta los dos goles. Igualó el cuadro azulgrana con un parcial 2-0, pero la idea de los de Cadenas no cambió.

Forzando faltas en ataque, interceptando varios pases y metiendo mucho ritmo y agresividad en defensa, los leoneses fueron sembrando dudas en el Barça de forma paulatina. En ataque, Cadenas sacó a Jaime Fernández del extremo para colocarle en la primera línea - entre otros motivos, por la ausencia de Joznovic, único lateral derecho de la plantilla - y puso dos pivotes sobre la cancha. El resultado fue que la ventaja marista se disparó hasta los cuatro goles.

En estos baremos se mantuvo el partido durante la primera mitad y donde solo un parcial 2-0 para el Barça en el último minuto y medio previo al descanso amortiguó la desventaja azulgrana. El Abanca Ademar estaba mostrando esa rebeldía, propia de la juventud que destila el equipo, para poner contra las cuerdas al gran campeón (13-15).

El paso por vestuarios no cambió esa actitud retadora del Abanca Ademar que, lejos de tener miedo al gigante que tenía enfrente, salió con ganas se plantando batalla y completar una gesta para la historia.

Pero emergió una figura que suele salir al rescate del Barça - y de los Hispanos - en los momentos delicados. Gonzalo Pérez de Vargas comenzó a tocar balón, a cerrar una y otra vez la puerta y a dar oxígeno a un Barça que, pese a todo, seguía muy atascado en ataque ante la excelsa defensa de Abanca Ademar.

Pese a ello, la irrupción de meta toledano fue el punto de inflexión que necesitaba un Barça maniatado para dar la vuelta al marcador y, en el minuto 38, ponerse por delante por primera vez en el partido (17-16). Ese simple hecho era ya un inmenso logro para el Abanca Ademar.

Pero no dio su brazo a torcer fácilmente el Abanca Ademar, con un Jaime Fernández disfrazado de 'joker', logrando anotar desde el extremo y asistir desde el puesto de central, volviendo loca así a la zaga del Barcelona. Por su parte, Cadenas optó por dar el relevo en portería a Panos y entró Bomastar para tratar de generar dudas en el lanzamiento a los catalanes, a lo que se unió la defensa 5-1 con Jaime de avanzado.

Ante las dificultades en ataque, Cadenas optó por arriesgar algo más, jugando con siete hombres a la hora de tener el balón y dejando la portería vacía, generando así más opciones en tareas ofensivas.

Pero la fatiga en las piernas ademaristas, que contaban con menos efectivos que los azulgrana, comenzó a notarse y el Barça se empezó a ir en el marcador, logrando una renta de cuatro goles (24-20) a falta de 12 minutos para el final.

El Abanca Ademar se agarraba más a su casta que a unas piernas que ya comenzaban a notar la intensidad de los minutos anteriores. Las impreciosiones y los errores en el lanzamiento, unidos a las intervenciones de Pérez de Vargas alejaron a los leoneses de poder soñar en los últimos minutos.

Finalmente, se cumplió lo previsto, ganó el Barcelona (30-27), pero no siguió el guión esperado. El Abanca Ademar demostró un enorme nivel y un increíble coraje para plantar cara a todo un Barça y ponerle muy difícil alzar el primer título de la temporada: la Supercopa de España.

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