El Bakura, 25 años de historia donde los militares llegan siendo alumnos y vuelven como sargentos
El mítico local de La Virgen del Camino celebra un cuarto de siglo como punto de encuentro entre vecinos, jóvenes y los alumnos de la Academia Básica del Aire y del Espacio, que han hecho de él parte de su historia
El Bakura cumple 25 años como uno de los lugares más emblemáticos de La Virgen del Camino. Situado en el corazón de la localidad, este establecimiento se ha convertido en un punto de referencia para los vecinos y, sobre todo, para generaciones de alumnos de la Academia Básica del Aire y del Espacio que, durante su estancia en la localidad, han encontrado entre sus paredes un espacio donde desconectar, compartir momentos, fútbol y sentirse como en casa.
Su propietario, Antonio García, recuerda aquellos comienzos con cariño y algo de nostalgia: «Lo pensamos mucho, el nombre surgió así, sin más… Bakura. Creíamos que sonaba bien, que iba a pegar, y mira, 25 años después seguimos aquí, encantados con toda la gente del pueblo», comenta con una sonrisa.
Desde su apertura, el local ha sabido adaptarse a los cambios de la vida nocturna y al paso de los años. «Antes cerrábamos a las cinco de la mañana, la noche era muy diferente. Ahora la gente sale antes y nosotros nos hemos centrado más en la tarde. Y la verdad, muy bien, cada vez más y mejor», explica Antonio, mientras saluda a algunos clientes que ya son como de la familia.
El mismo ambiente que en sus comienzos
Y es que si algo define al Bakura es precisamente ese ambiente familiar que se respira entre barra y mesas. «Aquí trabajamos mi hijo, mi mujer y yo. Llevamos esto como si fuera nuestra casa, y la gente lo nota. Muchos vienen todos los días, y eso para nosotros es un orgullo enorme», añade.
«El embutido leonés y la tortilla de toda la vida. No tiene misterio, pero es lo que gusta»
Antonio García
Dueño del establecimiento
A lo largo de este cuarto de siglo, el local ha mantenido su esencia: buena atención, precios razonables y unas tapas que ya son tradición. «Aquí lo que más se pide es el sándwich vegetal, el de jamón y queso, el embutido leonés y la tortilla de toda la vida. No tiene misterio, pero es lo que gusta», dice Antonio, convencido de que la sencillez es parte del éxito.
Pero más allá de la comida o el ambiente, lo que hace especial al Bakura es su conexión con la Academia Básica del Aire y del Espacio. Desde hace décadas, los jóvenes cadetes han encontrado en este rincón un lugar donde relajarse después de sus jornadas de formación. Con el tiempo, muchos de ellos vuelven ya convertidos en sargentos o brigadas, y no dudan en pasar por el local para revivir viejos recuerdos.
La historia de una generación
«Eso nos llena de orgullo», confiesa Antonio. «Vienen de visita, te saludan, te cuentan dónde están destinados… y eso quiere decir que aquí se sintieron bien, que formamos parte de sus recuerdos».
El Bakura ha sido testigo del crecimiento del barrio, de los cambios sociales y de varias generaciones de clientes que han hecho de este lugar parte de su vida cotidiana. Hoy, sigue siendo un punto de encuentro para jóvenes y mayores, un espacio que conserva el espíritu de siempre: el de un bar hecho con cariño, trabajo y constancia.
«Me quedan tres años para retirarme, pero mi hijo seguirá aquí«
Antonio García
Dueño del establecimiento
A las puertas de su jubilación, Antonio mira al futuro con ilusión y esperanza. «Me quedan tres años para retirarme, pero mi hijo seguirá aquí. Espero que encuentre a alguien que le ayude, alguien trabajador y honrado, para que el Bakura siga funcionando como hasta ahora o incluso mejor», bromea.