El retablo mayor de la iglesia de Pajares de los Oteros vuelve a brillar

El retablo mayor de la iglesia de Pajares de los Oteros ha finalizado recientemente la segunda fase de su restauración. Esta obra, barroca del siglo XVII, presentaba un avanzado estado de deterioro. La pérdida del dorado y su mal estado, el ataque de la carcoma y algunos problemas estructurales son los principales daños que sufre y que se están intentando solucionar desde que comenzó la primera campaña el verano pasado.

El proyecto nació hace unos años, promovido por la restauradora Anabel Martínez, quien dirige actualmente los trabajos en los que también han participado Miryam Domínguez Oria y Federico Arias Ortiz, también profesionales del sector de la conservación-restauración.

Además, del empeño de estos profesionales, en Pajares de los Oteros han unido fuerzas para salvar el patrimonio de este pequeño pueblo. Todos los gastos se han sufragado únicamente con las aportaciones económicas de vecinos y Ayuntamiento, por ello, animan «a cualquiera que lo desee a aportar su granito de arena».

Aún quedan gran parte por restaurar, pero faltan fondos para la tercera y última fase que esperan poder llevar a cabo el año que viene, si la cuantía económica recaudada es la suficiente.

La joven restauradora Anabel Martínez, especializada en pintura y policromía por la Escuela Superior de Conservación y Restauración de León, es vecina de Pajares de los Oteros y por ello ha puesto especial dedicación en recuperar su patrimonio, además hace hincapié en la importancia de contar siempre con profesionales titulados en la materia, pues es lo único que garantiza una buena intervención.

Actualmente acoge en su taller de León pinturas y obras policromadas a las que devuelve su valor y aspecto original. También extiende su actividad a otros bienes culturales como retablos o pintura mural, por todo el territorio castellano-leonés. Esta región, es una de las que más patrimonio cultural posé, pero por desgracia su estado de conservación suele ser preocupante en muchas ocasiones. Por ello nos recuerda que una restauración a tiempo, incluso un simple plan de conservación preventiva puede ser mucho más económico de lo que se piensa y podemos evitar así, perder nuestro patrimonio.