Los vecinos de Riofrío denuncian que «las vacas siguen cruzando la carretera y un día alguien se va a matar»
La situación se agrava en este pueblo de León donde los vecinos no ven cambios en el comportamiento del ganadero y ya son varios los que han denunciado los hechos ante la Guardia Civil
Muchos vecinos de Riofrío siguen denunciando, tres semanas después de explicar en Leonoticias lo que ocurría, que las vacas de un ganadero generan mucho peligro en las carreteras, destrozan sus cultivos y todo lo que encuentran a su paso.
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Es tal el malestar, acrecentado tras leer las explicaciones del responsable de la explotación ganadera, que son varios vecinos -por lo menos tres- los que han acudido a la Guardia Civil para denunciar lo ocurrido. Una de ellas es Marisa García Álvarez, que cuenta como las reses «de este señor han vuelto a aparecer comiéndose el centeno, y de ahí van para los pastos y, claro, yo después tengo que alimentar mis ovejas. ¿Este señor qué piensa de la vida y qué piensan las administraciones que no hacen nada? No sé ya qué pensar, pero vamos, yo ya no sé dónde ir a protestar».
Esta agricultora y ganadera ha dado un paso más, al igual que otros vecinos según asegura ella a Leonoticias, con una denuncia en ante la Guardia Civil en Benavides: «Me dijeron los guardias que por qué no les había llamado cuando estaban las vacas en los sembrados. Les respondí que qué iban a hacer porque para hacer dos fotos ya las hago yo», en referencia a una imagen en la que se ve a un grupo de media docena de vacas alimentándose en una tierra de su propiedad en la que comienza a nacer el centeno cultivado hace unas semanas «porque estos es un día sí a al otro también», continúa Marisa: «Hoy las sacas de los centenos por la mañana y por la noche alguien te llama que hay unas cuarenta o cincuenta vacas cruzando la carretera..., pero bueno, así todo», comenta resignada.
«No pagaba a sus obreros»
«A ver, eso que dice de que le cortamos los alambres y demás», expone Marisa tras haber hablado de la noticia publicada hace unos días con el testimonio de Amancio: «Yo he hablado con mucha gente, y con obreros que tuvo él y a los que no pagaba, normal que abandonaran todos porque es mentira eso de que ofrecía 500 euros porque no pagaba a ningún obrero. Y ellos decían que los cortaba él y les decía que lo arreglaba él. Y claro, las vacas salen y los que las alimentan son los vecinos de Riofrío. Y ya está, las saca con toda la jeta. Y eso es malísimo para los demás porque yo, por ejemplo, que tengo ovejas no voy a tener con qué darlas de comer, es injusto, ¡que en diciembre tengo que pagar los pastos! ¡Y me los come él!», concluye indignada esta vecina de esta localidad leonesa.
Tampoco cree que el ganadero esté amenazado de muerte como ha declarado: «Igual alguien le pudo decir algo pero sin llegar a amenazar. Y eso que dice las vacas muertas a tiros, no. Le debieron de aparecer tres reses muertas, me dijeron los guardias a mí, pero para alguien que no las cuida es lo mínimo», asegura Marisa: «A mí me mata alguien una oveja a tiros y voy hasta el final».
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Otra cuestión que indigna a los vecinos es que el ganadero actúa como apoderado de una empresa en la que la administradora única es su hija y que desde septiembre de 2024 está de baja por no estar al día en sus pagos del Impuesto de Sociedades durante tres ejercicios consecutivos: «Que esa empresa no está legal, en definitiva, entonces estaba cometiendo un delito», sostiene esta vecina que añade que además «las vacas no tienen seguro, así que cuando se comen mi centeno, al no estar aseguradas y ser un animal doméstico, el mío no lo cubre y si tengo un accidente con las vacas, ¿quién se hace responsable?», añade indignada. «Aquí todos tenemos seguros para las ovejas, los perros, para todos, pues este señor debería ser lo mismo».
«El año pasado», porque el tema ya viene desde hace unos años según comentan vecinos como Marisa, «cuando me comió unos 14.000 kilos de centeno también pues claro, yo llamé a mi seguro y me dijeron que no entraba, que es que entran jabalíes, corzos y animales salvajes, pero no entran los animales domésticos, pues porque volvemos a lo mismo, porque los tiene que tener asegurados el dueño».
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¿Denuncia conjunta?
«Mi abogado me preguntaba», continúa Marisa con su relato, «no sé el daño que me ha hecho al centeno porque está recién sembrado, porque es más lo que te pisa que todo lo que te come. Pero es que esta mañana -5 de noviembre- al ver tantas vacas, me entró una mala leche y me dije que iba a denunciar. Los guardias me preguntaban también si sabía la cuantía del daño».
«El otro día se presentó por aquí el alcalde del Ayuntamiento de Carrizo pero al nuestro -Quintana del Castillo- lo llamamos y no apareció», comenta Marisa, que pide más apoyo institucional para estudiar una demanda conjunta: «Si ellos no hacen nada yo no puedo hacer nada, así que desde luego voy a ir por libre. Ya he llamado a mi abogado y voy a denunciar como me vuelvan a entrar».
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«Un día se va a matar alguien»
Aunque la denuncia interpuesta por Marisa, igual que las de otros vecinos, viene motivada por los daños materiales en sus terrenos, siguen señalando a un problema principal: «La carretera. Es que todos los días ha situaciones de peligro cuando no un accidente. Que a veces sólo son dos, pero en otros momentos son cuarenta. Y sí, que los que somos de aquí ya lo sabemos y vamos muy despacio, pero un día va a venir alguien que lo sepa más rápido de la cuenta y se va a matar».
«La Guardia Civil me decía que por qué no le saco una foto al crotal -identificación- de una vaca. Les dije que es muy difícil porque estas vacas son salvajes. Que bueno, que vas cara de ellas y se marcha, pero es que ahora lo peor son los jatos, que hay dos o tres que embisten. Y eso sí que es peligroso. Vas con un palo o algo para gesticular y echar a las vacas y como veas a un jato que escarba en la tierra ya te puedes girar y correr porque como te pille te puede matar», afirma Marisa preocupada.
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Dermatosis nodular
La enfermedad que ha causado la cancelación de ferias y mercados de ganado es otro de los problemas: «Aparte de lo que coman y la rabia que te dé también lo de la enfermedad, que yo no sé por qué por ahí no lo cogen a él. Que las vacas tienen que estar muy controladas y este paisano no les tiene controladas para nada. ¿Cómo las controla si no mira para ellas? Si hará que no viene por aquí más de un mes», dice la ganadera y agricultora de Riofrío.
Sobre la posibilidad de reclamar por este motivo, Marisa y otros vecinos, ya han informado a los veterinarios de la Junta y puesto en conocimiento del Gobierno autonómico sus quejas.
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