Vamos avanzando con paso firme y seguro hacia la total destrucción de servicios en los pequeños núcleos rurales

La muerte anunciada, el cierre definitivo de la sucursal de Unicaja Banco en Murias de Paredes se produjo ayer al desmantelar carteles y oficina.

La desbancalización en el medio rural seguramente obedece a las medidas de como impulsar el tan traído y llevado desarrollo rural.

Fenómenos como éste sin duda darán pie a que cuando meritorios pensadores hablen, una vez más, sobre diagnósticos y necesidades en este medio forme parte de algún estudio bien pagado que nos haga revolvernos entre la rabia y la indignación del poco respeto y del intolerable trato que nuestra tierra y sus gentes reciben.

Medios no han faltado para el desmantelamiento, nada comparable, sin duda, en atender un día a la semana o cada quince días a las personas que durante toda su vida han confiado sus dineros y sus ahorros a esta entidad.

Aquí queda un magnifico local enmarcado en un bochornoso edificio en el centro del pueblo que siempre nos recordará lo que significa derrochar recursos y la falta de respeto a nuestra arquitectura tradicional.

Sería bueno saber de dónde vienen las órdenes, quien hace los diagnósticos de lo útil y de lo inútil y cuantos estómagos agradecidos dicen amén a cualquier propuesta del «Altísimo».

Quisiera saber también, quién ha peleado por la permanencia de este servicio o quién ha informado de que no merece la pena.

Es bueno intentar ser dignos y poder poner la cabeza en la almohada sin que la conciencia te golpee contra ella.

Queremos dejar muy claro que no admitimos favores a cambio de silencios, no somos de esa casta ni de esa calaña.

También nos gustaría saber a quien tenemos que dirigirnos, a qué cabeza visible o invisible, a qué instancia, ya que para «los de pueblo» durante todo este tiempo ha resultado una misión imposible.

A quien corresponda, transmítale nuestra enhorabuena al jefe de mantenimiento por la eficaz labor que todos los implicados desarrollaron ayer en Murias de Paredes.