La solidaridad de El Tropezón
El Hostal Tropezón de Matallana de Valmadrigal ha tendido la mano a los trabajadores que han dejado horas y miedos en la pandemia, ofreciendo alimento y cariño en los momentos más difíciles | Toño, trabajador del Hospital Monte San Isidro, ha sido de esos vecinos a los que el establecimiento ha apoyado durante estas semanas difíciles
Toño llega cada día a Matallana de Valmadrigal a eso de las ocho de la mañana dejando atrás doce horas de jornada laboral. El sol se despereza en el momento en el que él aparece ante la puerta de su casa. La decisión no fue sencilla pero resultó ser la mejor. Él se iría cada día a dormir a la casa del pueblo después de la jornada de trabajo en el Hospital Monte San Isidro, mientras su familia se queda en León. Aislarse para protegerse.
Con la mochila llena de horas de trabajo a la espalda, un día Toño se encontró con una sorpresa esperando a la puerta. Los amigos del Hostal El Tropezón le habían preparado diversos manjares con los que animar el descanso hasta la próxima jornada. Toño no pudo disimular la emoción.
Desde entonces, este establecimiento conocido por estar a la orilla de la nacional que conecta León con Valladolid atiende y anima a los trabajadores que durante esta pandemia se han partido el lomo por los demás.
«No os imagináis lo que se agradece encontrarte este papel en la puerta de tu casa después de estar 12 horas en el hospital», comentaba Toño Cordero tras recibir el presente, que no ha sido el único en los días de cuarentena.
Un arroz con bogavante animó el menú de este trabajador en los últimos días, en una tarea (la de prepararse a diario la comida) que se suma al cansancio acumulado de trabajar medio día en la seguridad del centro sanitario.
En el vídeo que acompaña a esta noticia, Toño recibe por sorpresa el primero de los menús con los que El Tropezón agasaja a su amigo.
