Imagen de la nube de polvo originada tras la caída de las torres en la térmica de La Robla. H. Sánchez Melón

El perfil industrial de La Robla cambia en siete segundos tras caer las torres de su térmica

Numeroso público ha acudido a la voladura de las torres entre medidas de seguridad | Para su demolición se han empleado 192 kilos de explosivo y 1.700 metros de cordón detonante | En las torres se ubicaron 1.347 detonadores para los 480 cartuchos por cada torre

Viernes, 6 de mayo 2022, 13:31

Mucho público, un punto de rabia en algunos casos, normalidad en el centro de la localidad y la certeza de que desde este viernes La Robla es en imagen menos industrial.

Publicidad

El perfil de la localidad ha cambiado en apenas siete segundos tras caer las torres de su térmica.

Numeroso público ha acudido a la voladura de las torres entre medidas de seguridad que han llevado a cortar la nacional 630 de forma temporal y que ha limitado el acceso al área afectada por la voladura.

Para su demolición de ambas torres se han empleado 192 kilos de explosivo según los técnicos (182 según la empresa) y 1.700 metros de cordón detonante y en las torres se ubicaron 1.347 detonadores para los 480 cartuchos por cada torre.

Ver fotos

Galería. Imagen de la nube de polvo tras las explosiones.

Demolición icónica

La demolición ha sido tan icónica como lo fue en 1965 el acuerdo para la puesta en marcha de ese proyecto por parte de Hidroeléctrica de Moncabril, Hullera Vasco-Leonesa, Endesa y Unión Eléctrica Madrileña, que posteriormente adquirió el resto de participaciones.

La térmica entró oficialmente en funcionamiento cinco años más tarde y el Grupo 1 se conectó a la red para su suministro el 2 de septiembre de 1971 con una potencia nominal de 270 megavatios.

Fue el primer paso culminado en 1984 cuando el Grupo 2, de 350 megavatios, comenzó a funcionar. Era el 10 de noviembre.

Publicidad

Cese de actividad

Durante todo este tiempo la térmica, hasta el cese de la actividad, consumió toneladas ingentes de carbón de las cercanas cuencas de Santa Lucía, Ciñera y Matallana, un mineral que llegaba a la central por carretera y cinta transportadora.

Pero su consumo era tan impresionante que la térmica precisaba además del carbón nacional de mineral importado a través del ferrocarril, transportado por Renfe Mercancías desde el puerto de El Musel, en Gijón.

Publicidad

Dentro de la política de cierre de centrales de carbón, el 30 de junio de 2020 se procedió a su desconexión de la red eléctrica culminando así un proceso que comenzó años atrás cuando la producción energética con mineral comenzó a ser poco rentable.

Voladura

Era el punto y final a años de servicio. Hoy ese cese de actividad se ha hecho visible con la voladura sus icónicas torres. La torre del Grupo 1 fue la primera construcción de este tipo para una térmica en España. Mientras, la caldera del Grupo 1 (de 54,1 metros de altura) fue fabricada por Esindus - Hamon y durante su vida útil ha sido sometida a diferentes procesos industriales para su mejor rendimiento.

Publicidad

Mientras la caldera del Grupo 2 cuenta con 82,3 metros de altura y fue levantada por La Balcke-Dürr siendo junto a su 'gemela' un ejemplo de los procesos industriales.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad