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León se da de bruces con el invierno. Casi sin darse cuenta y en apenas unos días. Solo basta echar la vista atrás y detenerse en el fin de semana de San Froilán, donde los termómetros alcanzaban los 30 grados.
Quince días después, León se mete de lleno en un otoño que tiene más tintes de invierno. Y, al menos en León, es difícil entender un invierno sin nieve.
De ahí que este domingo sean numerosos puntos de la provincia leonesa, principalmente en la Cordillera Cantábrica que han amanecido cubiertos por un manto blanco.
La Agencia Estatal de Meteorología ya había alertado de que la cota de nieve bajaría hasta los 1.600 metros de altura y las previsiones de se han cumplido.
Así, los Picos de Europa de la vertiente leonesa han amanecido blancos este domingo, dejando estampas navideñas, en zonas como Remoña, el Collador Jermoso o Vegabaño.
Nieve que también se ha dejado sentir en otras zonas, como en la Montaña Riaño y Mampodre, así como en la estación de esquí de San Isidro, donde los sectores de Salencias y Cebolledo se tiñeron de blanco.
Nieve en las alturas mientras que las precipitaciones se mantienen constantes en el resto de la provincia, en una jornada donde nuevamente los cielos permanecerán nubosos sin descartarse precipitaciones y con la cota de nieve subiendo hasta los 1.800 metros.
Por su parte, las temperaturas han registrado una caída notable, con mínimas que incluso han rozado los cero grados y máximas que no superarán los 13. Una situación que se mantendrá en la jornada de este lunes.
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