La nacional 630 en León gana tráfico extra por las obras propias y las de la autopista
Los trabajos que se realizan en la AP-66 provocan que haya más circulación por la cara leonesa de Pajares, que se suma a la ya habitual durante el verano
Es una tormenta perfecta aplicada al tráfico. Por un lado una infraestructura con más capacidad con unos precios muy altos y unas obras que limitan ese aforo. Hay que sumar la época estival en la que la circulación de vehículos se dispara hacia zonas turísticas. Y por último, más obras, en este caso en la carretera con más limitaciones, que es la N-630 en su tramo más septentrional en León.
Publicidad
La que hasta hace poco más de treinta años era la única conexión principal para el tráfico rodado entre la provincia leonesa y Asturias viven este verano de 2025 un renacer que mientras a unos desespera a otros les parece comprensible y hasta beneficioso.
Más tráfico, más clientes
Este último es el caso del alcalde de Villamanín: «Hay un poco más de tráfico por las obras de la autopista pero de momento no es algo problemático para nosotros. Incluso nos viene bien porque así hay más usuarios para los negocios hosteleros de la zona, los restaurantes, bares y demás». Félix Álvaro Barreales añade que además «el resultado de las obras es muy satisfactorio».
Aunque no todo es positivo para el regidor del municipio leonés: «Seguimos reclamando que se modifique el cruce de la nacional con las carreteras de Casares y Cármenes, que se pueda hacer un cambio de sentido para que muchos no lo hagan en la gasolinera y el Ezequiel con el peligro que ello conlleva. Que proyecten una rotonda o una pasarela. Ojalá no tengamos que lamentar algún fallecido para que tomen medidas porque se producen muchos accidentes en este punto«.
No es el único problema de este cruce que es uno de los que más atascos vive en esta temporada de obras ya que cuando llega el frío y todo se cubre de blanco hay otro: «En ese tramo parece una autovía, cuando llega el invierno no hay dónde echar la nieve».
Publicidad
Problemas comprensibles
Esta carga extra de tráfico llega en gran parte porque en verano la N-630 entre el Principado y León suma muchos vehículos pero las obras que se ejecutan para mejorar el asfaltado en los últimos casi trece kilómetros desde lo alto del puerto de Pajares hasta Villamanín y la mejora del túnel de La Gotera provocan pequeñas retenciones y atascos al cortarse un carril de forma alterna y regular el paso con un semáforo.
Para Antonio García Arias, alcalde de La Pola de Gordón, es algo asumible: «En verano siempre hay más tráfico, se llega a multiplicar por cinco. Además, las obras siempre crean trastornos y es normal que muchas se hagan en época estival». Respecto a los trabajos en la AP-66 que ya han provocado quejas por el tiempo que se tarda ahora en recorrerla, los atascos generados y que se cobre el peaje, considera que «también es normal que estén obras, se nota que hay más camiones de lo habitual por la nacional y dificulta un poco más el paso por Pajares. Salvo por eso, es lo normal para esta época».
Publicidad
Antonio García, como responsable de una administración, en este caso local, defiende que: «Las obras siempre hay que realizarlas, es lo que tienen, que en estos momentos suponen un problema, pero la carretera está quedando genial. El tramo de Villamanín hacia Asturias está muy bien«.
Por último, y al igual que su colega en Villamanín, cree que esas obras deberían ir a más, en este caso para mejorar su conexión con la capital: «A ver si para la siguiente nos toca a nosotros que desde La Pola hasta León está la carretera bastante perjudicada».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión