Los municipios que van a contracorriente de la despoblación en León: «Muchos han querido quedarse»
Cinco municipios lejos de los alrededores de los dos grandes núcleos urbanos de la provincia, León y Ponferrada, ganan población en lo que va de siglo XXI: «Ofrecemos todos los servicios que puede tener una ciudad»
Ir a contracorriente. Es una sensación complicada de lograr, puesto que, ya sea por contagio o por inercia, lo lógico es que la tendencia sea similar a la del vecino. En una provincia como León, castigada de forma sangrante por la despoblación, hay municipios que se resisten a seguir ese camino.
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Más allá de los dos grandes centros urbanos de la provincia – León y Ponferrada – y sus municipios aledaños, existen tres territorios en León donde, desde que entrase el siglo XXI, han seguido la tendencia contraria al de la gran parte de la provincia: están en 'números verdes' en cuanto a población.
Son casos extraños, que han conseguido contener ese mal que ataca a todos y cada uno de los pueblos de León, en algunos casos por apuestas que han tenido su efecto y en otros por la corriente que se da en algunos ciudadanos de tratar de volver al pueblo.
Sólo 20 municipios en 'números verdes'
En este periodo de 25 años sólo son 20 los municipios que han ganado población – ni siquiera León capital lo ha logrado -, de los que únicamente Valdelugueros, Villadangos del Páramo, Santa Colomba de Somoza, Valencia de Don Juan y Santiago Millas escapan del área de influencia directa de León y Ponferrada.
Uno de los casos más notables es el de Valencia de Don Juan, con más de un millar más de habitantes en este periodo, con un crecimiento de más del 25%: «Tenemos empresas importantes, como Garnica, Los Blancos o Ceranor, que han generado muchos puestos de trabajo y están complementadas por otras pequeñas», explica su alcalde, José Jiménez.
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Esto ha ocasionado que muchas personas «puedan quedarse o venir a Valencia de Don Juan a vivir», a lo que suman otros sectores como el hostelero, «especialmente en verano». «Tienes todos los servicios que puedes tener en la ciudad, sólo se nota un bajón en la edad a la que los jóvenes tienen que ir a la universidad», expone el regidor, que sólo echa en falta que se note «más vida» en las calles: «Pero los salarios dan para lo que dan y las rentas de los pisos están empezando a subir aquí también».
También Villadangos ha vivido un aumento notable de población de más de 200 personas, auspiciado en el desarrollo del polígono industrial que se ubica en este municipio, a donde han llegado empresas de peso para generar numerosos puestos de empleo que han repercutido en el padrón municipal: «La alta calidad de vida, los servicios y la cercanía con la capital son factores clave. Hay servicio de madrugadores en la escuela infantil y el colegio, actividades deportivas, educativas, de ocio... Somos un lugar atractivo para vivir», explica el alcalde del municipio, Alejandro Barrera.
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El regidor nota «más ambiente» por las calles de Villadangos, que ha ganado población tanto de personas con raíces y orígenes allí o de otras «ajenas» al municipio hasta su mudanza. «El mejor termómetro de la salud demográfica de VIlladangos son las matriculaciones en el colegio y la esuela infantil, que se han triplicado en los últimos cinco años», sostiene.
Ahora se marca como reto la vivienda, «hay más demanda que oferta» para seguir creciendo a nivel demográfico y social, tratando de ayudar a sus vecinos tanto para construir, comprar o alquilar.
Tres casos aún más llamativos
Son llamativos los casos de otros tres pequeños municipios de la provincia como Santa Colomba de Somoza – con 30 habitantes más -, Santiago Millas – con ocho más – y Valdelugueros – con 44 más -. El alcalde de este último, Emilio Orejas, reconoce que pese a que la tendencia en los últimos años es negativa y han bajado de los 500 habitantes, «con repercusiones negativas en los ingresos municipales», explica que en la pandemia volvió gente al municipio. «Pero es una inercia difícil de mantener, porque aquí vivimos de la ganadería y del turismo y cada año fallecen 25 ó 30 vecinos, sin apenas nacimientos. Buscamos fomentar que la gente se empadrone aquí y podamos mantener un buen número de habitantes», señala.
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Estos son los casos que llevan, en parte, la contraria a la tendencia general de la provincia, donde tan sólo 20 municipios tienen una inercia positiva en los datos poblacionales. Cuatro pertenecen al entorno de Ponferrada – la propia Ponferrada, Camponaraya, Molinaseca y Cubillos del Sil – y once al alfoz de León – San Andrés del Rabanedo, Sariegos, Valverde de la Virgen, Cuadros, Garrafe del Torío, Villaquilambre, Valdefresno, Villaturiel, Onzonilla, Chozas de Abajo y Santovenia de la Valdoncina -, a los que se suman estos cinco casos aún más rompedores.
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