Borrar
Ana López en un recorrido por la montaña tras nueve meses de recuperación de un grave accidente en León.

Historia de superación en León

La mujer que sufrió una avalancha en Picos: «Voy a volver a Torre del Friero»

Tras superar un mes de UVI en el Hospital de León, donde la «daban por muerta», enfrentarse a una posible amputación y a 13 operaciones, Ana López ha vuelto a la montaña

Martes, 14 de mayo 2024

Comenta

El pasado 2 de julio, mientras descendía por la última chimenea de la vertiente norte de Torre del Friero, en la zona leonesa de los Picos de Europa, Ana López fue sorprendida por una avalancha que le causó graves lesiones en su pierna derecha, además de una pérdida de sangre considerable mientras esperaba por su rescate.

Nueve meses después, esta montañera madrileña, federada, cuya pasión era hacer rutas en Picos de Europa y los Pirineos durante los fines de semana, ha vuelto a disfrutar de la naturaleza tras un calvario que ha superado con resiliencia y perseverancia.

Esta mujer recuerda ahora aquel episodio en la montaña leonesa. Da gracias de que la cuerda no se cortó fruto del impacto y de que iba a acompañada por su pareja, quien dio aviso a Emergencias 112 del accidente, aunque el suceso si acabó con la parte inferior de su pierna.

Proceso de recuperación

Tras ser desplazada al Hospital de León, a la 1 de madrugada llegaba un primer familiar a al que le recomendaron que entrara a la UVI porque su hermana «iba a morirse aquella misma noche», recuerda. Él siempre confió y pidió a los médicos que hicieran todo lo posible por salvarla. Utilizaron una medicación que reducía el tamaño de sus venas más pequeñas y permitiendo que fluyera con más intensidad por las más gruesas y que no dejaran de regar los órganos vitales. Su situación fue crítica hasta las 6 de la mañana, cuando los 30 grados de temperatura corporal que registraba empezaron a subir poco a poco gracias a una máquina de diálisis. A las 8 de la mañana, la intensivista confirmaba a la familia que ya se la podía estabilizar.

La recuperación se complicó tras coger una bacteria en el quirófano de León, donde fue intervenida por primera vez, lo que la causó un empeoramiento y mucha fiebre. «Estaba tan mal que mi pierna olía a carne putrefacta», explica. Estuvo intubada y cuando la intentaron reanimar sufrió un episodio de alucinación que la llevó a pensar que estaba secuestrada y que querían matar a su pareja, por lo que la volvieron a sedar. Tras un mes en la UCI, y sin una mejoría clara, los médicos sugirieron a la familia que la desplazasen a un centro especializado, por lo que tuvieron que buscar una ambulancia medicalizada cuyo coste sufragó su propia familia ante la falta de respuesta del seguro.

Ya en la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, donde permaneció tres meses y medio inmovilizada, fue sometida a 13 operaciones desafiando las opciones de mantener su pierna. Los médicos plantearon la amputación en varias ocasiones, pero sus familiares se negaron. Todos los lunes pasaba por quirófano para limpiar y cerrar la parte necrosada de una pierna que había perdido toda la piel en la avalancha. «Me llegaron a decir que si no amputaban me dolería tanto la pierna que tendrían que hacerlo». Hasta la sexta operación no llegaron las buenas noticias: su diabetes tipo 1 había jugado a su favor para una recuperación récord.

Vuelta a la montaña

Esa «resiliencia y esperanza» que le insuflaron desde su familia, y también los médicos de León y Madrid, le ha permitido iniciar un proceso que le permitió empezar a andar con muletas y sobre sus dos piernas. «A veces lo imposible se vuelve posible si creemos en nosotros mismos y perseveramos», lanza la protagonista de esta historia de superación.

Ana junto a su pareja en la montaña.

El 30 de abril volvía a la montaña con un bastón. Su tobillo está bien, aunque sufre una artrodesis que la obligará a pasar por el quirófano de nuevo. Este próximo sábado también tiene programada una escapada para hacer una ruta ya con algo de desnivel.

Ana López seguirá dando pasos, y los dará por una montaña «que en los últimos 40 años ha sido mi pasión, mi vida y mi motor y no quiero perder», sentencia. Y en su mensaje con el que pretende inspirar a muchos se plantea un reto: volverá a León, a Picos de Europa y a Torre del Friero. «En León quiero visitar a mis compañeros de Indra y a los médicos del hospital. Para ir a Torre del Friero necesitaré más tiempo, pero quiero quitarme la espinita y lo volveré a subir. Mi esencia es el deporte y no lo quiero perder».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias La mujer que sufrió una avalancha en Picos: «Voy a volver a Torre del Friero»