«Estamos cercados en Quintanilla, el fuego está en la carretera»

«Estoy en Quintanilla, donde compramos el pan. Estoy cercado». Así relataba un vecino, en una llamada telefónica, como el fuego había sorprendido a efectivos antiicendios y lugareños 'asaltando' el puerto de Carbajal, cortando la LE-216 y la carretera a Corporales.

El incendio de La Cabrera, que ya suma cinco días activo, parecía controlado a primera hora de este viernes. Según pasaban las horas y la tarde se acercaba, la situación se complicaba con tres focos activos: Trabazos, Nogales y el puerto de Carbajal. Pero en este último punto, el fuego se enfureció.

En apenas unos minutos, un pequeño foco que nacía en el entorno de Robledo de Losada se extendió por toda la ladera del alto de Carbajal. UME, BRIF y todos los medios de extinción disponibles se acercaron a la zona. La carretera quedaba cortada en dirección a Truchas y a Corporales. Lo más preocupante es que solo existía una salida: en dirección a La Baña.

Rápidamente, el fuego ascendió por la ladera, llevándose consigo encinas, matorrales e incluso unas antenas de televisión colocadas en lo alto de la montaña. La preocupación y la tensión, especialmente entre los vecinos de Robledo, que tuvieron que salir rápidamente de sus casas, era latente.

Muchos de los vecinos se fueron a Quintanilla donde, a la ribera del río Cabrera, observaban con preocupación como las llamas devoraban todo lo que encontraban y cómo su trayecto parecía imparable.

Poco a poco, la situación fue rebajando su peligrosidad, si bien es cierto que este foco no logró controlarse durante la tarde del viernes. El infierno de La Cabrera continúa y su final no se producirá 96 horas después de su inicio.