Los Carnavales dejan un saldo de 39 conductores detectados bajo los efectos del alcohol y 6 en presencia de drogas
El dispositivo especial de la Guardia Civil ha registrado 43 infracciones, dos delitos contra la seguridad vial y ha incautado marihuana
En los días 24 y 25 de febrero en la localidad de la Bañeza (León) y el 29 de febrero, así como el primer día de marzo en la localidad de Astorga (León), se han establecido varios dispositivos de alcoholemia y drogas con motivo de la semana del carnaval. La gran afluencia de vehículos y la previsión del consumo de drogas y alcohol han generado un dispositivo especial de la Guardia Civil de Tráfico durante esas fechas, con el objetivo de reducir la siniestralidad.
En los diferentes dispositivos de verificación de alcoholemia y drogas, establecidos al efecto, la Guardia Civil de Tráfico detectó un total de 2 delitos contra la seguridad vial por alcoholemia positiva al superar las tasas establecidas, por lo que se instruyeron las correspondientes diligencias y puestas a disposición de la Autoridad Judicial.
A estos dos, se sumaron un total de 43 infracciones, 37 por alcoholemia positiva, es decir, una tasa de alcohol entre los 0.15 y los 0.60 miligramos por litro de sangre, así como 6 infracciones por consumo de drogas. Además, se incautó marihuana, que fue decomisada.
Desde la Guardia Civil han recordado que «estas conductas al volante podrían conllevar administrativamente hasta 1.000€ de sanción y penalmente podrían ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años», así como que «la ingesta de bebidas alcohólicas, así como la de drogas y sustancias toxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía».