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Castilla y León mantendrá su dinamismo en 2018 y su economía crecerá entre el 2,7 y el 2,2%

Rojo (UVA) espera una «corrección» de las tendencias de 2017; Fernández (ULE) atisba una ralentización del crecimiento; y Calzada (UBU) destaca que la despoblación lastra los datos

Domingo, 31 de diciembre 2017, 12:25

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La economía de Castilla y León mantendrá un signo positivo a lo largo de 2018, cuando crecerá en una horquilla entre el 2,7 y el 2,2 por ciento, según las estimaciones públicas y de los principales institutos de predicción económica en un año cargado de incertidumbres. Asimismo, cerrará 2017 con un alza de entre el 2,6 y el 2,2 por ciento, en un contexto lastrado por una intensa sequía.

La perspectiva más optimista corresponde a la Junta de Castilla y León, que prevé un avance de la economía del 2,7 por ciento, una estimación a su juicio “prudente”, que se sitúa por encima de la media nacional. Las cuentas que presentó a las Cortes regionales el departamento que dirige Pilar del Olmo, apuntaron a un cierre del año 2017 en un 2,5 por ciento; con una aceleración al 2,7 por ciento en 2018; frente a subidas para España del tres y el 2,6 por ciento. Unos porcentajes nacionales que revisó el Ejecutivo central a mediados de octubre en su plan presupuestario de 2018, remitido a Bruselas, con un 3,1 por ciento para 2017 y un 2,3 por ciento para 2018, por la crisis catalana.

En cuanto a los institutos de predicción, BBVA Research estima que el PIB de Castilla y León subirá un 2,6 por ciento en 2016 y en el mismo porcentaje en 2017, frente a incrementos para el conjunto de las autonomías del 3,1 por ciento para este año y del 2,5 por ciento para 2018.

Banco Ceiss, por su parte, prevé que la economía de Castilla y León crecerá en 2017 y 2018 a un ritmo del 2,5 por ciento, frente a porcentajes nacionales del 3,1 por ciento para el ejercicio que termina y del 2,7 por ciento para el próximo año.

En cuanto a la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) considera que el PIB de Castilla y León experimentará un avance este año del 2,4 por ciento por ciento, frente a un 3,1 por ciento de media para España; y en 2018 se moderará hasta el 2,2 por ciento, y en el conjunto de las autonomías hasta el 2,6 por ciento.

Por último, la Red de Modelización Regional Integrada Hispalink prevé que la economía de Castilla y León acelerará sólo una décima el próximo año, hasta el 2,3 por ciento, por debajo de la media para España del 2,5 por ciento. Estos expertos sitúan el cierre de 2017 para la Comunidad en un 2,2 por ciento, ocho décimas menos que la media nacional (tres por ciento).

Corrección de la sequía

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid e integrante del equipo de Hispalink en la Comunidad, José Luis Rojo, apostó por un 2018 con un “desarrollo o corrección” de las tendencias básicas presentes en 2017, cuando la economía perderá un punto de crecimiento por la sequía y su impacto agrario y en las ramas energéticas.

Así, aseguró que debe esperarse una corrección de las contracciones en energía y en la rama agraria, que conducirá a ritmos de actividad positivos. “Sólo estas dos actividades aportarían en 2018 seis décimas más a la economía castellano leonesa que en 2017”, incidió.

Ralentización e incertidumbre

El catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la ULE, José Miguel Fernández, destacó en su caso, que se prevé una ralentización en la tasa de crecimiento del PIB de Castilla y León, que se situaría en torno al 2,3 por ciento, 0,1 puntos porcentuales inferior al de 2017 y 0,2 puntos porcentuales inferior al previsto para el conjunto de España.

Estas cifras implican, dijo a Ical, que en Castilla y León se producirá una desaceleración menor del crecimiento del PIB que en el conjunto de España, si bien indicó que la evolución de la situación política en Cataluña “puede provocar un ajuste de alguna décima en estas previsiones”. En cuanto a la demanda también apuntó a una ligera desaceleración tanto del consumo privado (un 2,3 por ciento) como del público (uno por ciento), mientras que la inversión repuntará, probablemente, en torno a un cinco por ciento.

José Miguel Fernández aclaró que por el lado de la oferta, el mayor crecimiento seguirá produciéndose en el sector de la construcción y en el de los servicios, frenándose la caída que durante el año 2017 se ha producido en la agricultura. “De ahí, que en Castilla y León, sigamos con los problemas crónicos que presenta la estructura productiva”, sentenció.

El lastre de la despoblación

El profesor del Departamento de Economía Aplicada UBU José María Calzada Arroyo, expuso que si se estiman incrementos del 2,5 por ciento del PIB y del 2,2 por ciento del empleo según el Banco de España para el conjunto de la economía nacional, es esperable un incremento en Castilla León del dos por ciento del PIB y del 1,3 por ciento del empleo.

Y es que, como constató, la economía de la Comunidad “siempre” evoluciona a un “ritmo inferior” a la media nacional, “sin duda, porque los problemas de Castilla y León se agudizan en una espiral de compleja solución y todos ellos relacionados con la situación poblacional de la región, lastrada por el problema de la despoblación, la dispersión poblacional y la inexistencia de centros de tracción económica”.

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