«Hubo cuestiones que no esperábamos, como la de encontrar al Inbiotec cerca de la bancarrota total»

Hace un año, la Universidad de León vivió una carrera por el rectorado de la que no habrá muchos que se sientan orgullosos. Con una campaña convulsa, el del birrete negro fue un proceso electoral que contó con dos vueltas, polémicas casi diarias y declaraciones sobre las que todos concluyeron que no hicieron ningún bien a la institución. Ahora, doce meses después, Juan Francisco García Marín sopla la primera vela de su experiencia como rector haciendo balance. Leonoticias charla con el que antes fuera decano de Veterinaria sobre los temas más candentes de la actualidad universitaria.

-Un año después de su elección como rector de la Universidad de León, cuénteme cómo valora estos primeros doce meses.

-Como visión general sabía lo que iba a encontrarme, aunque quizás nos hemos encontrado algunas cosas más de lo que esperábamos. Por ejemplo, ha habido que poner mucho tiempo en informatizar y actualizar convenios. Ahí hemos hecho un esfuerzo notable.

-¿Ha encontrado trabas en estos doce meses?

-Hemos encontrado cierto descuido. Por ejemplo, el tema de Inbiotec. Nos lo encontramos prácticamente en bancarrota. Teníamos dos opciones: hacer una suspensión de pagos o intentar un plan de viabilidad. Se optó por lo segundo y se ha sacado adelante, consiguiendo un dinero impensable. Eran cuestiones que no esperaba, porque da la sensación de que no se estaban empleando los recursos disponibles, y eso influye en el ánimo de profesores e investigadores.

-Durante la carrera al rectorado hizo mucho hincapié en las plazas docentes y en las promociones. ¿Cómo está la ULE un año después?

-Me encontré una Universidad en la que no se habían sacado plazas, las promociones de cátedra no se hacían desde 2008. Ahí había un déficit grande, sobre todo en cuanto a rejuvenecimiento de la institución. En 2016 ya han salido 20 plazas de contratados fijos y funcionarios y ya hemos aprobado en Consejo de Gobierno otras 22. Vamos a aumentar las becas de investigación predoctorales, habiendo sacado 18 de ayudantes doctor. Pasará lo mismo en el personal de administración y servicio, donde la situación no era la deseable.

-Otro 'caballo de batalla' fue la transparencia.

-Estábamos entre las últimas universidades en ese aspecto, en el portal de transparencia no había casi nada y no estaba al día. Hemos hecho un esfuerzo por actualizarlo que ya ha acabado, solo falta colgarlo en el portal. Cumpliremos con creces lo que nos piden, incluido el requerimiento del Procurador del Común.

-Realizamos esta entrevista en el rectorado, uno de los edificios que pedía una mejora de forma urgente.

-Había edificios que literalmente se caían, como este mismo. Se tenía previsto acometer obras por el equipo anterior, pero no se había hecho el proyecto. Hubo que hacerlo deprisa y corriendo para meterlo en los presupuestos de este tipo para la Junta. Pudimos hacer de este tipo de obras hasta 800.000 euros. Este año reformaremos el Pabellón Universitario Hansi Rodríguez, que no se había tocado nunca y necesita una reforma seria. Alcanzaremos algo más de dos millones de euros en obras de este tipo.

-¿Cuál es el pulso de la investigación?

-Hemos creado lo que defendimos en campaña, una oficina única que agrupara el SEGI y la OTRI. Se ha dedicado personal de la Universidad no solo para la gestión de proyectos, sino para facilitar una información personalizada. Esto está dando sus frutos, porque sólo en contratos de investigación con empresas casi hemos aumentado un 40% en 2016. Hemos pasado de 254 a 368 contratos, aumentando hasta los siete millones de euros. Solo había que poner los medios para que esto ocurriera.

-¿El futuro está en la inversión privada o público-privada?

-No exclusivamente, también por la institucional. Existen proyectos europeos, se pueden hacer convenios con Italia o Francia pero las miras llegan también a Estados Unidos o México, sin olvidar a las empresas. Pero para esto hay que facilitar un poco más las cosas, no solo mandando un correo electrónico y esperando. La Universidad de León tiene potencial, pero lo tiene que sacar.

-La cuestión de las acreditaciones parece que va viento en popa.

-Hemos logrado la acreditación de doce grados existentes, con informe favorable. No hubo problemas. Además de concedernos la evaluación europea en Veterinaria, logrando el diez sobre diez y felicitándonos por el esfuerzo hecho, logrando la mención europea la de Ingeniería Informática, que en España la tienen muy pocos. No sirve con mandar los papeles, hay que hacerlo bien.

-Las tasas universitarias no terminan de bajar...

-Sigo pensando lo mismo. No es que todas las universidades públicas estén de acuerdo en la bajada de tasas, la Junta prorroga el no subirlas. Decían que no lo pidiera, pero lo voy a pedir siempre. La realidad está a nivel de justicia, ¿por qué un grado en León se paga a más del doble que en Lugo? ¿No podemos estar como las comunidades que nos rodean, salvo Madrid? Espero que para el año que viene haya una bajada si no notable, al menos que sea bajada.

-No parece que vea muy permeable a la Junta.

-De momento no, bajar las tasas cuesta dinero.

-Hablando de dinero, no termina de aprobar el presupuesto...

-Más o menos están definidos, arrastramos la prórroga del pasado, pero el presupuesto va a aumentar de forma prudente porque va a haber más ingresos. Espero que aumenten cada año porque iremos a más. Hemos amortizado un préstamo y tenemos el otro que hay que ir pagando año a año.

-¿Veremos nuevos grados en León?

-No, en León no creo que sea el momento de implantar más grados, hay que mantener los que hay y afianzarlos. Se ha hecho una campaña entre estudiantes de la provincia en la que se han visitado más de cien centros, en la que dar información. También se hará fuera, y todo esto se hace con gente de la Universidad, que sabe lo que tenemos. Antes se hacía con una empresa externa y los resultados eran muy pobres. Mejoraremos la página web para que sea un escaparate.

-La caída en los diferentes rankings era un hecho.

-La ULE ha aparecido la quinta en investigación en temas agrarios y pecuarios, y no bajamos de ahí. En el ranking global íbamos bajando continuamente y el año pasado tocamos fondo. Este año saldrán dentro de poco. No pasaremos de la noche a la mañana hacia arriba, pero se trata de no bajar y empezar a subir, creo que se está consiguiendo, pero no hay que olvidar que el ranking coge grupos de los últimos años.

-¿Qué momento pasan las relaciones con otras instituciones y colectivos? Con el Ayuntamiento de León parece que hay sintonía, pero con los hosteleros...

-Bueno, con algunos hosteleros. Con respecto al Ayuntamiento, todavía tenemos pendiente el tema de los jardines. Siempre me ha puesto de los nervios que no se cuiden más los exteriores. Se ha hecho un acuerdo con una empresa de jardinería a mayores para cubrir aspectos que no se cubrían ni por uno ni por otro. Se ha hecho recientemente, pero hay que dejar claro con el Ayuntamiento qué es lo que va a hacer de forma continua y qué no. Espero poder contar con su colaboración, porque tiene que tener en cuenta que de los 11.500 estudiantes de la ULE, más de 9.000 no son de León. Suponen cada uno más de 6.000 euros anuales, es algo que se tendría que valorar un poco más. Es una empresa que genera puestos de trabajo directos e indirectos. Se necesita más colaboración.

-¿Por dónde podría ir esa colaboración?

-Aparte de lo que hacemos con sonido, que lo tienen aquí y les sale más barato, me conformaría con que el tema de jardines fuese real y pudiéramos contar con algo bonito, porque lo primero que ve el que viene a matricularse es esto. Tenemos un campus propicio.

-¿Ha dado tiempo a cambiar la situación en el Campus de Ponferrada?

-Siempre se pone la excusa de que es muy caro, pero eso no es cierto, no cuesta más que un centro en León y tiene más alumnos que mucho. Puede ser incómodo para algunos profesores, pero si tienes plaza allí... Lo que no es aceptable es la actitud de, como no me interesa el Campus, lo dejo morir por inanición. O propones a la Junta su cierre o apuestas por él. Vamos a poner medios y se quieren crear las condiciones para hacer más atractivas algunas titulaciones.

-¿Habrá nuevas titulaciones en Ponferrada?

-En su día se habló de Podología, que está en trámite, y se está viendo a ver si se pueden implantar otras. Los másteres quizás vayan con más retraso, pero llegarán. Serán el de Viticultura y el relacionado con Agrícolas.

-¿Qué apunta Marín en el debe?

-Hay cosas que mejorar, queda mucho por hacer, como en el tema de institutos de investigación o en la relación de puestos de trabajo del personal de administración y servicio. A mí me gustaría que fuéramos más avanzados, pero nos hemos encontrado con algunas cosas que no esperábamos que nos van retrasando. Se han reestructurado servicios, como mantenimiento y riesgos laborales, porque no funcionaban adecuadamente. Además, el día a día de mantenimiento y reparaciones iba muy lento. Eso era un lastre de cara a la inversión, porque el resto de universidades cumplen.