Industria rechaza liberar las ayudas al cierre y aboca a la Hullera a abandonar interior y entregar las llaves a la Junta

La Hullera Vasco Leonesa agudiza una crisis sin retorno y presenta un futuro completamente desalentador. El cierre definitivo de la unidad productiva de interior y el consecuente despido de sus trabajadores es sólo uno de las caras que dibuja la moneda que se lanzó el pasado lunes con el cierre del plazo para presentar las ofertas de compra sin ninguna propuesta económica encima de la mesa.

El Ministerio de Industria, a través del Instituto para la Reestructuración de la Minería, ya ha trasladado a la administración concursal de la Vasco su negativa a convocar las ayudas destinadas a cubrir los costes excepcionales derivados del cierre de unidades de producción de carbón. Porque en la actualidad, según comunicó, su objetivo está en lograr fondos para dar luz verde a la ayuda de diez euros por tonelada de carbón para incentivar la compra de mineral nacional.

Una situación que abocaría a cerrar los pozos sin llevar a cabo las labores de recuperación, es decir, sin el cierre ordenado de las explotaciones mineras -el Flanco Sur (pozo Aurelio del Valle), ye l Grupo Tabliza (pozo Emilio del Valle)- que quedarían en manos de la Junta de Castilla y León.

Así se lo trasladó el administrador concursal al comité de empresa en una reunión en la que se hizo hincapié en la falta de liquidez de la Hullera para hacer frente a los costes excepcionales del plan de cierre, a pesar de que su intención pasa por rentabilizar al máximo los activos de la minera.

Falta de liquidez

En cualquier caso, según remarcaron, sería insuficiente para hacer frente a los 20 millones que se prevé que cueste el cierre ordenado del interior, empujando a la empresa a presentar un ERE de extinción para la totalidad de la plantilla a 31 de julio.

El Gobierno ha aparcado el tema de las ayudas para llevar a cabo las labores de cierre y desde la administración ya han advertido que sin esa inyección económica se verá abocada a extinguir la totalidad de los contratos y a entregar las llaves a la Dirección Minas, señala Julio Gómez, presidente del comité.

Una posibilidad que acarrearía dos graves problemas. En primer lugar, el despido de la totalidad de la plantilla de la Vasco a partir del mes de agosto, a pesar de que las previsiones de la administración concursal era emplear durante 36 meses prorrogable en 18 a entorno el centenar de mineros para llevar a cabo las labores de cierre de las explotaciones de interior. Es necesario mantener vivos los contratos más allá del 31 de julio. De no ser así, la totalidad de la plantilla estaría abocado al despido.

Graves problemas de seguridad

El segundo de ellos y el más preocupante, las graves consecuencias medioambientales y de seguridad que conllevaría el cierre de la mina sin llevar a cabo las labores de recuperación. Una mina muy peligrosa, con altos niveles de grisú y con zonas anegadas de agua que requiere de unas labores de bombeo continúo.

Existen numerosos fuegos controlados que, sin embargo, cuando se abandonasen las tareas de ventilación podrían provocar una fuerte explosión ante la acumulación de grisú. A eso habría que añadirle que numerosas galerías se inundarían, provocando problemas en las localidades próximas.

Un riesgo elevadamente alto, según advierten desde la administración y el comité, y del que es consciente la Junta de Castilla y León. El director General de Energía y Minas, Ricardo Mantero, ya ha traslado a los trabajadores la necesidad de que Industria ceda y de luz verde a las ayudas para el cierre de la explotación, de la que, sino, tendría que hacerse cargo a partir del 1 de agosto.

Voluntad política

Una solución que es una cuestión de voluntad política. A algo más de un mes para que finalice el ERE temporal de la Vasco, el comité de empresa recuerda el caso de la mina La Camocha, en Asturias, que llevó al Gobierno a modificar el real decreto para llevar a cabo un cierre ordenado a pesar de que no optaba a las ayudas por las deudas contraídas.

En un simple Consejo de Ministros podrían dar luz verde a un adelanto de estas ayudas para proceder al cierre del interior de la Vasco. Es simplemente una cuestión de voluntad política, señala Gómez, que lamenta que haya comunidades de primera y de segunda.

Puntilla, definitiva, a una empresa cuyo cierre además podría tener graves consecuencias de seguridad si el Ministerio de Industria no da luz verde a las ayudas para proceder al cese total de la actividad en los pozos. Mientras, la cuenta atrás avanza y la administración concursal ya ha emplazado al comité a una reunión este lunes para iniciar la negociación del ERE de extinción.