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Juncker abraza al ministro de Exteriores francés.
La CE logra un moderado apoyo del G-20 a su estrategia para los refugiados

La CE logra un moderado apoyo del G-20 a su estrategia para los refugiados

La declaración de las principales potencias mundiales suscrita en Turquía contra el terrorismo llama a respetar la legislación internacional en materia de asilo

Paula De las Heras

Lunes, 16 de noviembre 2015, 15:55

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No deja de ser una declaración de intenciones, nada concreto, pero al menos la resolución sobre la lucha contra el terrorismo aprobada este lunes por los miembros del G-20 reunidos en la ciudad turca de Antalya incluye un apartado específico en el que llama a otorgar a la ONU un "papel central" y a respetar las leyes internacionales que emanan de sus estatutos, fundamentalmente, en lo relativo a los refugiados, los derechos humanos y la ayuda humanitaria.

Es un logro para el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que ya el domingo dejó clara su preocupación por que los atentados de París pudieran alimentar, como así ha sido, el discurso del bloque del Este contra la estrategia de Bruselas hacia los demandantes de asilo sirios.

La aparición de un pasaporte sirio junto los restos de uno de los terroristas inmolados en la capital francesa bastó para que Polonia, uno de los países a los que más refugiados corresponde acoger, y Eslovaquia, contraria desde el primer momento a los planes de la Comisión, consideraran avaladas sus reticencias. "Espero que algunos abran los ojos ahora", llegó a decir el primer ministro eslovaco, Robert Fisco.

Por el contrario, Barack Obama ha recordado que "los refugiados son ellos mismos víctimas del terrorismo", por lo que ha defendido que "cerrarles la puerta en sus caras sería una traición a nuestros valores".

En el quinto de sus nueve puntos, el texto acordado en este encuentro de dos días celebrado a la sombra de la masacre perpetrada por el autodenominado Estado Islámico, señala la lucha contra el terrorismo como una "gran prioridad" para todos los países reunidos y anuncia su decisión de "trabajar unidos" a través de "un incremento en la solidaridad y cooperación internacional, en pleno reconocimiento del papel central de la ONU y conforme a sus estatutos y a las obligaciones de la ley internacional".

El documento, en el que se subraya además que el terrorismo "no debe ser asocieado a ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico", compromete por lo demás a los firmantes a atacar los canales de financiación del terrorismo, incrementar los controles en las fronteras y compartir información de los servicios de inteligencia, adoptar "medidas preventivas" y dar una respuesta judicial "apropiada" al fenómeno de los 'combatientes extranjeros'.

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