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Brianne Theisen Eaton y su marido, Ashton Eaton.
El matrimonio Eaton manda en casa
ATLETISMO

El matrimonio Eaton manda en casa

Brianne se proclama campeona del mundo bajo techo de pentatlón mientras que su marido Ashton domina el heptatlón

Javier Bragado

Sábado, 19 de marzo 2016, 11:39

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Para la canadiense Brianne Theisen-Eaton Oregón es su lugar para la felicidad. Estudió en la universidad más prestigiosa del Estado, mejoró los registros históricos de las combinadas en la institución y conoció a quien hoy es su marido, la estrella del atletismo Ashton Eaton. En una muesca más de su fuente de alegría este fin de semana se colgó su primer oro universal gracias a su triunfo bajo techo en los Mundiales de pista cubierta en Portland, a unos 180 kilómetros de su residencia.

No obstante, no fue fácil para la mujer de 27 años que posee el récord mundial de puntos del heptatlón. Acudió a la última prueba del pentatlón tercera en la clasificación y necesitaba aventajar en diez segundos a la ucraniana Anastasiya Mokhnyuk en la prueba de 800 metros. Animada por el público en busca de la proeza logró la mínima ventaja necesaria y venció por escasos 47 puntos con la mejor marca mundial de la temporada (4.881). «Hice exactamente lo que se suponía, mentalmente, y no pude hacerlo mejor», declaró después. Su esposo, imparable en la competición del heptatlón tras las primeras cuatro pruebas, fue el primero en felicitar a la deportista que guardaba hasta entonces tres platas universales aunque ninguna medalla dorada.

El triunfo de Theisen-Eaton cerró el segundo día de unos campeonatos que dominan los estadounidenses (cuatro oros, siete medallas). Precisamente, un atleta local sorprendió en la prueba reina de la velocidad y cumplió con la 'maldición Powell'. Trayvon Bromell subió a lo más alto del podio en los 60 metros lisos (6,47) al superar al jamaicano Asafa Powell, al que siempre se le señala por fallar en los momentos decisivos. El caribeño cruzó segundo en la final (6,50) en el mismo día en que había conseguido una de las mejores marcas de todos los tiempos (6,44). «Es una locura intentar meterme en la cabeza que soy el campeón del mundo. Me siento bendecido. Hace un año los médicos me dijeron que nunca volvería a correr rápido y ahora mira dónde estoy», confesó Bromell. «No sé exactamente qué ha ocurrido. Realmente quería correr en 6,40», reconoció Powell tras la final.

El español Bruno Horterlano, universitario en Estados Unidos, compitió a buen nivel en las semifinales y aunque no pudo acceder a la última carrera firmó su mejor marca personal (6,63). En los 60 metros vallas también sorprendió la norteamericana Nia Ali, pues nadie esperaba que revalidara su título un año después de haber dado a luz. «He tenido mi mejor carrera de la temporada y no podía haber llegado en un mejor día», aseguró con su hijo Titus en brazos.

En los concursos el nivel fue alto. En salto de longitud la estadounidense Brittney Reese aterrizó en 7,22 metros, un brinco sólo superado dos veces en la historia de la pista cubierta. La serbia Ivana Spanovic fue la subcampeona de un duelo que exigió a cada una mejorar con cada intento. «Fue divertido. Había tenido dos años irregulares y volver y saltar 7,22... Ahora tengo que prepararme para Río», afirmó la ganadora.

No obstante, el lanzamiento de peso fue la competición con los atletas más exprimidos. Los españoles Carlos Tobalina (19,86 metros) y Borja Vivas (19,75 m) se quedaron a un paso de los 21 metros y no pudieron optar a los lanzamientos de mejora -fueron décimo y undécimo, respectivamente-. Eso sí, pudieron ser testigos del prodigio del neozelandés Tomas Walsh, quien lanzó cinco veces consecutivas más allá de los 21 metros, aunque le bastó con el 21,60 del segundo intento para colgarse el oro. En triple salto la gallega Ana Peleteiro no logró pasar a la ronda de mejora porque con sus tres primeros intentos (13.59, 13.57 y 13.37) no se clasificó entre las ocho mejores.

El resto de españoles tampoco sobresalió. Manuel Olmedo se retiró por lesión en un gemelo en su manga de los 1.500 metros y su compatriota Marc Alcalá no superó las semifinales, puesto que acabó séptimo y último en su serie (3:42.02). El heptatleta Jorge Ureña, rival de Ashton Eaton, acabó último la primera jornada, con 3.085 puntos en cuatro pruebas, y se retiró por un proceso febril sin conseguir su meta de establecer una nueva plusmarca nacional y lejos de los 3.654 del esposo feliz de la campeona más aplaudida de la noche por sus vecinos.

Por último, Pablo Torrijos, plusmarquista español de triple salto, terminó séptimo con una marca de 16,67 metros en la final de triple de los Mundiales de Portland, el mejor resultado de un español en esta disciplina.

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