«Con atención psicológica, mi madre estaría hoy aquí conmigo»

El 4 de noviembre de 2019 Román Reyes lloró el suicidio de su madre, Isabel. La depresión inició la pesadilla que derivó en trastornos mentales muy graves. Tras años sin recibir la correcta ayuda del sistema sanitario español, el sufrimiento que vivieron juntos madre e hijo acabó en tragedia. Con unas medidas oportunas Román está seguro de que el fatal desenlace se podría haber evitado y su madre seguiría viva. «Si no vamos al origen de este fenómeno no llegaremos a ningún lado. En el caso de mi madre me dio pena ver cómo en algunos hospitales te dan una pastilla y se olvidan del problema», recuerda Román. Hoy, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, este actor y director de cine madrileño de 34 años es quien respalda la plataforma Stop Suicidios, un proyecto que da voz y apoyo a miles de españoles afectados por esta realidad silenciada que se ha transformado en una epidemia social.

Isabel es una de las 3.671 personas que se suicidaron en España en 2019, según los datos del INE. Esta escalofriante cifra pone en evidencia el tabú que esconde una de las principales causas de mortalidad no naturales de este país, y que reflejan por qué una de cada cien muertes en todo el mundo son por suicidio. Reyes resalta la necesaria tarea de los psicólogos como una herramienta urgente en la sociedad. «Hay que dejar de lado el corporativismo y ser conscientes de que nos puede llegar a tocar. Aunque yo ya he perdido, es una lucha de todos», afirma. Él se considera activista frente a este fenómeno «muy poco visibilizado e infradatado». «Si mi madre hubiera tenido una atención psicológica, hoy estaría aquí conmigo». Desde aquel trágico día supo reconducir toda su rabia en la creación de Stop Suicidios, que hoy sostiene a muchas personas y familias afectadas por esta dura realidad. Este 11 de septiembre Román ha convocado una manifestación frente al Ministerio de Sanidad para exigir más campañas de prevención, una mayor inversión en la salud mental o el aumento de psicólogos en la sanidad pública.

Reyes asistió la semana pasada al acto de presentación del proyecto 'Hablemos de... suicidio', organizado por el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. José Antonio Luengo, decano de esta institución, sostiene que el suicidio «está en mente de todos, pero o no hemos sabido hacerlo bien, o no hemos sido suficientemente contundentes con los procesos». Luengo tacha de »ridículo« el ratio de psicólogos por habitante en el Sistema Nacional de Salud. A su juicio, el servicio de atención a la salud mental en España requiere de más estructura y recursos. Según los datos más recientes recogidos por la Unión Europea en 2018, el número de psicólogos en la sanidad pública española era de 6 por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que la media europea (18). También escasea el número de psiquiatras dentro de los hospitales, 11 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de Suiza (52) o Alemania (27).

El pasado 2020, marcado por la Covid y el confinamiento, acarreó graves consecuencias entre los jóvenes españoles de 15 a 29 años, pues las tentativas de suicidio se incrementaron en un 250%, según Luis Fernando López, coordinador de 'Hablemos de... suicidio'. De hecho, el suicidio es la primera causa de mortalidad entre los jóvenes de 16 a 25 años (por encima de los accidentes de tráfico), lo que no deja de preocupar a psicólogos y psiquiatras que vienen advirtiendo de la creciente llegada a sus consultas de jóvenes con ideas suicidas. Las cifras, dice López, demuestran que «nuestros jóvenes piensan en el suicidio y la autolesión como el único medio para diluir su sufrimiento ante un posible vacío existencial». A su modo de ver, las dificultades actuales para acceder a los sistemas públicos de salud no facilita que los psicólogos puedan conocer las causas previas de la gran mayoría de estos suicidios. «Sin salud metal no podemos hablar de salud», sostiene, y aboga por un Plan Nacional de Prevención de Suicidios.